El sicario Rubén Darío Coria, alias “Colita”, fue condenado este martes a la pena de once años de prisión por haber matado a tiros a un joven de 22 años que se desplazaba en moto en Zelaya y Herrera, en barrio Alberdi, en la zona norte de Rosario. La balacera ocurrió el 8 de noviembre de 2021 y la víctima falleció en el Heca meses después como consecuencia de las heridas. El gatillero, a su vez, está imputado por un doble crimen.
Coria, de 32 años, aceptó un juicio abreviado que había sido acordado entre sus defensores particulares y la fiscal María de los Ángeles Granato, con el consentimiento de los padres de la víctima del homicidio. La jueza Silvia Castelli dio el visto bueno en una audiencia que tuvo lugar en horas de la tarde en el Centro de Justicia Penal.
Según la acusación, el 8 de noviembre de 2021 “Colita” disparó desde una moto contra Patricio Agustín López, quien manejaba otra moto e iba acompañado por una chica de 19 años. López cayó al suelo con un impacto de bala en el cuello y fue trasladado al Heca, donde se indicó desde un primer momento que había quedado cuadripléjico por el tiro. El 9 de abril de 2022 murió en el hospital por una falla multiorgánica producida por la herida.
El sicario fue detenido en allanamientos que se realizaron el 11 de marzo de 2022 en Maíz al 500, en la vecina ciudad de Roldán, donde se secuestraron dos celulares, 100 mil pesos, anillos, cadenas de oro y un Volkswagen Fox. Tres días después, fue imputado por el homicidio de López y por el doble crimen de Cristian Marcelo Bogolim y César Navarro, ocurrido el 1º de mayo de 2021 en Casiano Casas y Baigorria.
Bogolim, conocido como “Rulo”, tenía puesta una tobillera electrónica al momento del ataque perpetrado por Coria. Por su parte, “Rambito” Navarro era conocido porque era hijo de Julio César “Cara de Goma” Navarro, lugarteniente de Andrés “Pillín” Bracamonte –jefe de la barra brava de Rosario Central– que fue asesinado el 25 de mayo de 2015 en Schweitzer y Tarragona.