Cuatro de las principales enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, Parkinson, demencia frontotemporal y esclerosis lateral amiatrófica o ELA) cuentan con una base de datos de biomarcadores proteicos que permiten una detección precoz y el desarrollo de terapias frente a la neurodegeneración provocada.

“Hasta hace un par de años no creíamos que la sangre fuera capaz de capturar lo que pasaba en el cerebro”, subrayaron desde la investigación que se subdividió en cinco artículos científicos publicados en Nature Medicine y Nature Aging.

Una base de datos para seguir avanzando

El Consorcio Global de Proteómica de la Neurodegeneración abrió gratuitamente a la comunidad científica la mayor base de datos armonizada de proteínas relacionadas con estas cuatro enfermedades neurodegenerativas mencionadas. Se trata de un repositorio con 250 millones de mediciones proteicas únicas de alrededor de 40.000 muestras de fluidos biológicos como plasma de sangre y líquido cefalorraquídeo procedentes de 23 grupos de individuos de diferentes partes del mundo junto a sus datos clínicos asociados (y anónimos).

Hasta entonces, los investigadores habían encontrado marcadores de estas enfermedades en el líquido cefalorraquídeo, la gran novedad es la constatación de que las enfermedades neurodegenerativas estudiadas cambian los niveles de proteínas en sangre, lo que permite identificar marcadores específicos.

Detección precoz

“Esos biomarcadores nos llevarán a encontrar pacientes antes de que desarrollen la patología y, con ello, a poder cambiar sus proteínas por las de un perfil sano”, explicaron.

En este aspecto, el equipo puso mucho esfuerzo en pos de "normalizar los niveles de proteína para tres de las enfermedades (Alzheimer, Parkinson y demencia)" en pos de compararlos entre sí y con los de personas sanas que envejecen sin ningún tipo de enfermedad neurodegenerativa.

El trabajo ha detectado más de 2.000 proteínas asociadas a cada una de esas tres enfermedades estudiadas y, recurriendo a tecnologías de aprendizaje automático, han aislado las diez proteínas más determinantes para cada dolencia.

Esta es la primera vez que somos capaces de comparar el Alzheimer, el Parkinson y la demencia frontotemporal desde el punto de vista del perfil proteico, ver lo que tienen en común y aislar lo específico de cada una de ellas”, agregaron. Hasta el momento, se había visto que desde el punto de vista clínico eran enfermedades diferentes pero no se sabía bien cómo, ni se habían comparado entre ellas y con las de un perfil de envejecimiento sano.

Abrir una frontera de esperanza

Si bien enfatizan que "este es solo el comienzo, la punta del iceberg" en torno a los resultados que producirá este repositorio, se estima que devendrá una nueva ola de terapias y ensayos frente a estas enfermedades, lo que genera una gran esperanza en el campo de la investigación y la medicina.

A partir del acceso a este repositorio, se busca ampliar los grupos de personas en todo el mundo de los que hay registro proteico, con muestras más representativas que incluya a todos los continentes, y un objetivo común: facilitar la armonización y el intercambio de datos científicos para generar avances revolucionarios en las enfermedades neurodegenerativas.

“Nos enfocamos en gente que tiene esas enfermedades, pero también en otros que envejecen sin ellas, en busca de perfiles proteicos sanos que también nos ayuden a encontrar dianas terapéuticas y a aumentar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen”, indicaron.

Los autores destacaron la importancia de la colaboración internacional, el intercambio de datos y el uso de cohortes diversas como algo fundamental para avanzar en la investigación de las enfermedades neurodegenerativas que afectan a 57 millones de personas en todo el mundo. Una cifra que se prevé que pueda duplicarse dentro de 20 años.

Fuente: EFE.