Desde la Universidad de Castilla La Mancha y Universidad Complutense de Madrid (ambas de España), investigadores realizaron un estudio en donde 329 jóvenes de entre 18 y 35 años rellenaron cuestionarios en torno a rumiación, co-rumiación y síntomas de depresión. La relación entre variables dio como resultado que las co-rumiaciones podrían vincularse a la depresión.
Los investigadores diferenciaron:
-Rumiación concreta: cuando están centradas en hechos y posibles soluciones.
-Rumiació. abstracta: cuando se piensa una y otra vez en supuestas causas y resultados futuros de los problemas. “¿Por qué me pasa esto? o “¿Que pasa si…?”. Este tipo de rumiación se relaciona más con los síntomas depresivos.
Este tipo de rumiación y los efectos que produce se intensifican si las preocupaciones se comparten reiteradamente cara a cara o, sobre todo, en aplicaciones como Whatsapp, según indicaron los autores del trabajo.
Los resultados “ayudan a comprender mejor cómo ciertos patrones de pensamiento y comunicación, especialmente en entornos digitales, pueden contribuir al malestar emocional en jóvenes”.
Las conclusiones podrían ofrecer "claves para que familias, docentes y profesionales detecten dinámicas de riesgo y puedan actuar en forma temprana".
Actuar con prevención
Los expertos explican que el propósito es reducir la rumiación abstracta y co-rumiación en las redes sociales a través de diseñar y probar intervenciones, tanto presenciales como digitales.
En este aspecto “se plantea explorar nuevas variables como el nivel socioeconómico, la alfabetización digital, o el tipo de relación entre las personas que co-rumian (amistad, pareja, familia…), con el objetivo de mejorar la personalización y efectividad de futuras estrategias de prevención”.
Fuente: EFE.