Los implantes de electrodos neurales suelen utilizarse para permitir al comunicación entre el sistema nervioso y una prótesis. No obstante, su eficacia a largo plazo puede verse comprometida a raíz de la reacción natural del sistema inmunitario ante cuerpos extraños, lo que puede provocar la formación de tejido cicatricial alrededor del implante y afectar su funcionamiento. Por este motivo, un equipo internacional desarrolló una solución para reducir la respuesta inmunitaria a estas prótesis neurales usadas tras amputaciones de extremidades o lesiones nerviosas graves.
El equipo investigador contó con la participación de la Universidad de Ferrara (Italia), la Universidad de Friburgo (Alemania), la Universidad Tecnológica de Chalmers (Suecia) y del Institut de Neurociències de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB, España) y los hallazgos se publicaron en Advanced Healthcare Materials.
Una nueva estrategia
La nueva estrategia planteada por los investigadores consiste en recubrir con un potente fármaco antiinflamatorio (dexametasona) los electrodos neurales que conectan la prótesis con el sistema nervioso. El recubrimiento en cuestión favorece una mejor tolerancia del cuerpo, mejorando su rendimiento y estabilidad a largo plazo.
Pruebas in vivo
La técnica consiste en activar y modificar la superficie de la poliimida (un material habitual en implantes) mediante una estrategia química que permite la unión covalente de la dexametasona. Esta innovación permite una liberación del fármaco localizada y lenta durante al menos dos meses, periodo en el que el sistema inmune suele presentar una respuesta más agresiva.
Las pruebas biológicas han demostrado que este método reduce las señales inflamatorias en las células inmunitarias, al tiempo que mantiene la biocompatibilidad y la integridad mecánica del material. Además, los ensayos en animales confirmaron que aquellos que contaban con liberación de dexametasona disminuyen significativamente la respuesta inmunitaria y la formación de tejido cicatricial alrededor del dispositivo.
Estos resultados indican que la liberación de dexametasona desde la superficie del componente protésico podría prolongar la vida útil de las prótesis neurales y se presentan como un avance prometedor frente a los desafíos a largo plazo de la neurotecnología implantable.
“Este es un paso fundamental que debe complementarse con la demostración in vivo de que este recubrimiento mejora el rendimiento funcional de los electrodos insertados crónicamente en los nervios periféricos para estimular y registrar señales nerviosas”, afirmaron.
Fuente: SINC.