Con temperaturas muy bajas, las personas tienden a utilizar múltiples formas de calefacción, incluyendo aquellas a gas como calefactores, estufas e incluso hornallas. En lo que va del año, ya se registraron más de 500 casos de intoxicaciones por monóxido de carbono en todo el país.

En tal sentido, expertos resaltaron que “normalmente todos los años, a partir del mes de mayo, hay intoxicaciones por monóxido de carbono y, en algunos casos, hay muertes”. Esto sucede porque durante las olas de frío “la gente se encierra más, tiene más tiempo encendidas las calefacciones o duerme con las calefacciones prendidas, y esto genera un aumento de los casos”.

El monóxido de carbono

Se trata de un gas incoloro, inodoro e insípido, producido por la combustión incompleta de combustibles como gas, madera, carbón, gasolina, etc. Al no tener olor ni color, esta sustancia puede acumularse sin ser detectada y volverse letal.

“Lo que hace es unirse en lugar del oxígeno en el glóbulo rojo y produce una hipoxia, una disminución de oxígeno en el cuerpo, generando depresión del sistema nervioso, infarto masivo e incluso muerte cerebral”, explicaron.

Muchas de las intoxicaciones se producen por errores evitables en los hogares, como tapar rejillas de ventilación o utilizar métodos inadecuados para calefaccionar.

Por ejemplo, el uso de hornallas es completamente desaconsejado porque "las cocinas no tienen válvulas de seguridad como sí sucede con las estufas".

Sin embargo, reconocieron: “En invierno la gente empieza a calefaccionar con lo que tiene, por ejemplo un bracero, carbón mal encendido o estufas a gas sin mantenimiento, y lo más importante es que muchas veces no hay ventilación adecuada”.

Algunos casos conocidos de muertes por intoxicación con monóxido de carbono dieron cuenta de algunas negligencias cometidas como tapar las rejillas con nylon para evitar el ingreso de frío. Sobre ello, los expertos resaltaron que "las rejillas son obligatorias, las pide la distribuidora y taparlas elimina la ventilación favoreciendo la acumulación del monóxido”.

Por otra parte, también se alerta sobre el uso inadecuado de artefactos eléctricos: “Muchas personas usan caloventores conectados a zapatillas que no están normadas, lo que genera principio de incendios. Aunque tengan corte automático, el riesgo está igual porque no están diseñados para funcionar tanto tiempo seguido”.

En cuanto a los aires acondicionados con modo calor, indicaron que “no generan monóxido de carbono, ya que no hay combustión de gas, por eso representan un riesgo mucho menor”.

Para evitar intoxicaciones, los expertos recomiendan dos cuestiones clave:

-Colocar detectores de monóxido y gas homologados.

-Realizar revisiones periódicas de los sistemas de calefacción por gasistas matriculados.

"La prevención es clave y que, en contextos de pobreza energética, el riesgo aumenta porque las personas recurren a métodos peligrosos para calentar sus hogares", resaltaron.

Qué hacer ante una intoxicación por monóxido de carbono

Si bien pueden variar, algunos síntomas comunes para detectar este tipo de intoxicación incluyen dolor de cabeza, mareos, náuseas, dificultad para respirar, debilidad, confusión, vómitos y pérdida de conciencia.

Ante una intoxicación por monóxido de carbono es crucial actuar rápidamente:

-Evacuar el área: Retirar a todas las personas y mascotas del lugar contaminado hacia un lugar con aire fresco. 

-Ventilar: Abrir puertas y ventanas para ventilar el espacio y dispersar el monóxido de carbono. 

-Apagar fuentes de CO: Si es posible, apagar los aparatos que podrían estar emitiendo monóxido de carbono, como estufas o calefactores. 

-Buscar ayuda médica: Llamar a emergencias o dirigirse a un centro de salud, explicando que se trata de una posible intoxicación por monóxido de carbono. 

-Informar al personal médico: Al llegar al centro de salud, informar al personal médico sobre la exposición al monóxido de carbono.

 
Fuente: NA.