La Fiscalía de Bariloche imputó a 21 personas de nacionalidad rusa de formar parte de una organización criminal que con fines de trata sexual y reducción a la servidumbre captó a una joven de 22 años traída desde Rusia que el 21 de marzo pasado dio a luz a un bebé en un hospital de esa ciudad rionegrina. Según la fiscalía, el aparente objetivo era anotar al recién nacido como hijo de Konstantin Rudnev, líder de la secta Ashram Shambala, para que este imputado pueda adquirir la nacionalidad argentina mientras elude un pedido de captura de la República Montenegrina.
La fiscalía aclaró que del total de imputados solo 13 permanecen detenidos y el resto se encuentra sometido al proceso en libertad con ciertas restricciones. Solo hay dos hombres -entre ellos el presunto líder-, y el resto son mujeres. Todos tienen nacionalidad rusa, aunque a algunos también se les secuestraron pasaportes de otros países, como Brasil y México.
El fiscal Fernando Arrigo afirmó que Ashram Shambala fue condenado a 11 años de prisión por abuso sexual en Rusia y que huyó de Montenegro, donde era buscado desde el 9 de octubre pasado. Con la maniobra que involucró a la víctima embarazada y a su hijo, el gurú intentó obtener la nacionalidad argentina para posteriormente pedir la residencia brasileña y, de esa forma, poder vivir de manera permanente o temporaria en estos dos países, donde la organización estaba consolidando su asentamiento, indicaron fuentes judiciales en el portal Fiscales.
De acuerdo a la Ley de ciudadanía, la persona que solicite su naturalización deberá tener cónyuge o hijo argentino nativo y que tal situación la exime del requisito de permanencia de dos años continuos de residencia. Agregó que ello, sumado a los acuerdos que existen entre Brasil y Argentina, deriva en que los residentes puedan moverse libremente por los países, y que un acuerdo firmado en 2003 habilita a los argentinos a solicitar permiso de residencia permanente para vivir en Brasil.
Según el testimonio de la víctima, Shambala fue quien se encargó de que una de las imputadas la traiga desde Moscú a la Argentina, solventando los gastos del traslado. Al respecto, Migraciones confirmó que las dos mujeres viajaron el mismo día e ingresaron al país en la misma fecha, el 9 de enero, y en el mismo vuelo, y que fueron atendidas por el mismo control migratorio con diferencia de un minuto.
La fiscalía indicó que primera acción típica desplegada por la organización trasnacional criminal fue la de captar a la víctima vulnerable, como primer momento en el proceso de la trata de personas.
Del análisis de audios, mensajes de texto, fotografías y videos obtenidos a partir de la apertura de los celulares de los imputados, se comprobó el modus operandi de la organización.
“Se autorizaban las raciones de comida, de compras de diversos productos y se disponían ayunos obligatorios como forma de castigo”, dijo el fiscal, que destacó que en los allanamientos realizados se secuestraron vajillas con nombres, botellones de agua que se encontraban rotulados y se comprobó que el cuarto en el que se almacenaban los alimentos se encontraba bajo llave.
El acogimiento “se dio desde una perspectiva psicológica o espiritual” y “desde la idea de la pertenencia a la secta quienes formaban parte eran personas elegidas, superiores al resto de la sociedad”, dijo el fiscal y agregó: “Para quienes pertenecían a ella 'el afuera' era un 'mundo mundano' y aquellos que seguían este camino serían quienes iban a trascender”.
También resaltó que “en este caso el acogimiento se presentó como un refugio -dentro de la secta- para permanecer ajenos a ese mundo exterior y mundano, pero en lugar de actuar como un verdadero refugio sirvió a los responsables para controlar hasta el más mínimo detalle de las vidas de sus víctimas”.
En otro tramo de su exposición, Arrigo destacó que las imputadas que acompañaban a la víctima “le compraban cosas, y no la dejaban sola con la excusa de cuidarla restringiendo así su libertad ambulatoria, que ya estaba condicionada de por sí, puesto que se encuentra en un país sin conocimiento del idioma, y aproximadamente a 17 mil kilómetros de su ámbito de vida y familiar”.
El caso
La investigación se inició el 17 de marzo pasado cuando una mujer rusa de 22 años que cursaba un embarazo de casi nueve meses acudió a un hospital de Bariloche acompañada de otras dos mujeres, una de su misma nacionalidad y otra que decía ser brasileña. El personal médico notó que la embarazada se encontraba en un evidente estado de sometimiento, ya que las acompañantes no le permitían hablar y eran ellas siempre las que interactuaban.
La embarazada y sus acompañantes se retiraron del lugar luego de un entredicho con los profesionales que querían inducir el parto. A partir de allí, desde el centro médico se realizó la denuncia en la que tomó intervención la fiscalía, que alertó a todos los hospitales de la zona para que den aviso si se presentaban nuevamente.
Pocos días después, las mismas mujeres acudieron al mismo hospital acompañando a la mujer embarazada junto con otras tres personas y en dicha ocasión tuvo lugar el parto por cesárea.
Siempre según la denuncia, las acompañantes intentaron obligar a los médicos para que consignen como apellido del bebé el correspondiente al del sospechado líder de la organización -y no el de la madre-, que, según ellas, sería el padre e iba a presentarse en unos días porque estaba “trabajando”.
Los médicos les explicaron que eso era inviable y pusieron en la partida de nacimiento el apellido de la madre, pero una de las mujeres lo tachó e intentó modificarlo. Ante ese episodio, el hospital tuvo que confeccionar una nueva partida de nacimiento para anotar otra vez al recién nacido con el apellido de la madre.
A partir de la denuncia, la Sede Fiscal Descentralizada de Bariloche realizó distintos allanamientos en los que se secuestraron una gran cantidad de documentos, entre los cuales había algunos poderes generales firmados por el líder de la organización.
Todas las propiedades alquiladas por la organización se encontraron en similares características: con las ventanas tapadas y colchones en el piso en lugares amplios como salones o comedores. En ellas se hallaron ropa erótica y pelucas.
Mediante la Dirección Nacional de Migraciones se logró determinar que el sindicado líder de la organización había ingresado al país en octubre del año pasado y que él mismo sería el fundador de una secta conocida en la década del '90 en Rusia.
Una vez desencadenada la investigación, el análisis de la información obtenida en los procedimientos permitió determinar que las personas involucradas buscaban fugarse del país, ya que habían adquirido sus pasajes a través de la misma agencia de turismo y compartían el mismo itinerario: desde Bariloche hacia la ciudad brasileña de San Pablo, con conexión en Buenos Aires. Ante esta situación, se desplegó el viernes pasado un operativo en ambos aeropuertos.
De esta manera, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detuvo al líder de la organización junto con otras siete mujeres en el Aeropuerto Internacional Teniente Luis Candelaria de Bariloche, provincia de Río Negro, y otras seis personas, también involucradas, en el Aeroparque Jorge Newbery de la Ciudad de Buenos Aires.
Durante la detención, el líder del grupo intentó autolesionarse en el cuello con una hoja de afeitar que llevaba en su billetera, pero fue rápidamente reducido por los oficiales. Al requisar el equipaje de los sospechosos, se encontraron pastillas que, tras ser sometidas a reactivos químicas, dieron positivo para clorhidrato de cocaína.
En la audiencia de formalización del caso, que se realizó entre viernes y sábado últimos, la fiscalía sostuvo frente al juez de garantías Gustavo Zapata que la organización captó, trasladó, y acogió a la mujer con fines de explotación sexual y de reducción a la servidumbre, para lo cual medió engaño —la fachada de un espacio espiritual y de práctica de yoga— y coerción, y se aprovechó la extrema situación de vulnerabilidad de la víctima.
Los fiscales también atribuyeron a una de las mujeres el delito de falsedad ideológica en grado de tentativa, dado que intentó modificar la partida de nacimiento del niño, documento destinado a acreditar la identidad en la tramitación del DNI.
La fiscalía también imputó a dos mujeres integrantes de la organización el transporte estupefacientes desde Bariloche a la Ciudad de Buenos Aires, a raíz de que se hallaron en su poder frascos con pastillas de cocaína en el momento en que, junto a otros acusados, fueron detenidas el viernes pasado en el aeropuerto de San Carlos de Bariloche, cuando estaban a punto de tomar un avión hacia la Capital Federal.
El líder de la organización se encuentra detenido en la cárcel federal de Rawson, Chubut, mientras que tres mujeres permanecen alojadas en el penal porteño de Villa Devoto y otras nueve personas, en distintas dependencias policiales de Bariloche.