Siete mujeres rusas, con signos de malnutrición –algunas de ellas, con muy poco pelo–fueron detenidas el pasado viernes en la sala de embarque del Aeropuerto de Bariloche por la PSA cuando se proponían abordan un vuelo junto a un enigmático hombre vestido con un buzo adornado por lobos. Se trataba de Konstantin Rudnev, el líder de una secta denominada “Ashram Shambala”, condenado a 11 años de prisión por abuso sexual en Rusia y apuntado por desaparición de personas en Montenegro.
Cuando los agentes llegaron a Rudnev, el hombre intentó contarse el cuello con una hoja de afeitar que llevaba en su billetera. No lo logró. Fue rápidamente reducido y esposado.
Su nombre estaba en una orden de detención firmada por el juez federal Gustavo Zapata y solicitada por el fiscal Fernando Arrigo por trata de personas, tras una investigación de la Policía Federal (PFA) y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Al revisar su equipaje, los agentes encontraron se encontraron pastillas de cocaína.
Sus acompañantes, que presentaban características físicas similares a los observados en otras dos mujeres que habían sido aprehendidas días antes, también fueron apresadas e incomunicadas, pero fuentes del caso aseguraron que sospechan que podrían ser víctimas del “dios de la estrella Sirio”.
Sin embargo, deben estudiar el rol que tenía cada una de ellas, debido a que también podrían ser cómplices de un presunto caso de trata. Esperan, en ese sentido, que las pericias a los celulares secuestrados esclarezcan su situación.
Las detenciones continuaron. Otras dos mujeres fueron detenidas cuando llegaron en un vehículo al aeropuerto patagónico. Luego, se detuvo a un hombre de nacionalidad rusa y a cinco mujeres de origen mexicano, brasileño y ruso en el Aeropuerto Jorge Newbery, en la Ciudad de Buenos Aires, ese mismo viernes que se hicieron los arrestos en Bariloche.
En total, fueron 14 los apresados. Todas habían adquirido sus pasajes a través de la misma agencia de turismo y compartían el mismo trayecto: Bariloche – Brasil, con conexión en Buenos Aires. Sospechan que el plan era escapar sin dejar otro cabo suelto más que la joven rusa embarazada que dio origen a la causa.
Como resultado del procedimiento conjunto entre la PFA y la PSA se incautaron 131 pastillas de cocaína, dos camionetas, 12 teléfonos celulares, un teléfono satelital, un handy con antena, tres notebooks con sus cargadores, 10 chips de telefonía, 14.931 dólares, más de un millón de pesos y otras divisas, además de pasaportes, tarjetas y documentación de interés para la causa.
¿Quiénes son las apresadas y qué hacían exactamente en Bariloche junto a Rudnev? Esa es la pregunta que se hacen por esta hora los investigadores, quienes ya conocen muy bien el pasado del líder sectario.
Todo comenzó el 21 de marzo pasado, cuando un médico del Hospital Ramón Carrillo, ubicado sobre la calle Francisco Pascasio Moreno, denunció que había ingresado al centro de salud una embarazada rusa que alegaba 22 años de edad, identificada como E.M.. La chica estaba acompañada por otras dos mujeres.
El médico remarcó que, al preguntarles por el grado de parentesco y el lugar donde residían, se mostraron sumamente nerviosas. Tanto, que las tres se retiraron del centro de salud. La situación alertó al profesional, quien intuyó que podría tratarse de un caso de trata de personas.
Ante este escenario, la Fiscalía dispuso que se implante una “discreta vigilancia” sobre el hospital con el fin de detectar el regreso de las sospechosas. Y las mujeres regresaron. Fue cerca de las 19.30 del mismo día que E.M. apareció para dar a luz. Fue ingresada a quirófano, mientras sus dos acompañantes fueron aprehendidas luego del parto.
Se trataba de S.K., nacida el 11 de enero de 1985, es decir, de 40 años, y N.B., nacida el 26 de junio de 1980 (44 años). Ambas de nacionalidad rusa. Tenían, además, el tiempo de permanencia en el país vencido, de acuerdo a los datos de Migraciones.
Esto no fue todo. Mientras las mujeres eran trasladadas para su correcta identificación, otras dos mujeres llegaron al hospital con el fin de interiorizarse del estado de la joven parturienta. Ellas resultaron ser V.Z., de 51 años, y L.A., también con pasaporte ruso. Ambas fueron dirigidas a la misma sede policial.
E.M. tuvo un varón y continúa con su hijo con custodia policial. Al cierre de esta nota, las cuatro y otras dos aprehendidas durante los primeros allanamientos de la semana pasada, ya habían sido liberadas. Luego, se hicieron los procedimientos en los aeropuertos que dejaron 14 detenidos en el marco de la causa.