Marcela Ontiveros, la mamá de Marcos Guenchul, el joven asesinado a la salida de un gimnasio en julio pasado, aseguró que su hijo “no tenía enemigos” y el “único conflicto que tenía era porque quería ver a la hija”.

Según afirmó la mujer al término de la audiencia en la que se dictó la prisión preventiva de Caio Santiago Soso, sospechoso de asesinar al entrenador, el acusado “estuvo parado” mucho tiempo frente al gimnasio (fueron 49 minutos) “o sea que fue una cosa premeditada”.

“Mi hijo no tenía enemigos. El único conflicto que tenía era porque quería ver a la hija. No le quería quitar la hija a la madre, quería verla nada más”, aseguró Marcela.

Según informó el periodista Agustín Lago en Radio 2, dijo no saber cuál fue el rol de Priscila (la ex mujer de Marcos y actual pareja de Soso, el acusado de ser coautor del homicidio).

“No lo sé, ya lo vamos a saber porque esto recién comienza”, aseguró y dijo saber que Marcos se había ido de la casa de su ex por maltratos que incluso fueron filmados. “Él no quería que la nena presenciara los golpes que ella le provocaba a él”, señaló la mujer.