Lograr un enfoque mental ofrece múltiples beneficios en varios aspectos, desde la mejora del propio rendimiento hasta el enriquecimiento de vínculos personales, a la vez que lograr alcanzar un cierto estado de paz interior

Las personas están más de 4 horas y 21 minutos al día distraídas, perdiendo la concentración unas 9 veces al día y, ocho de cada diez personas, experimentan dificultades para concentrarse. Así lo determina una investigación sobre hábitos de productividad en más de 12.000 personas en Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España.

Denominado Juice Plus+, este estudio devela que el estrés sumado a la realización de varias tareas en simultáneo, utilizar excesivamente el teléfono móvil y falta de sueño, son los principales factores de distracciones diarias convirtiéndose en el mayor obstáculo para la concentración.

“A pesar de sus ventajas, las nuevas tecnologías como el ‘smartphone’, pueden alterar la concentración diaria y favorecer la dispersión, tanto a nivel laboral como personal”, indicaron.

La concentración, crucial

“La concentración es crucial”, porque “cuando nuestra mente está verdaderamente concentrada, hacemos las cosas de la mejor forma posible en todos los aspectos”, señalaron los expertos.

Enfocarse mentalmente tiene un "poder transformador" el cual puede impactar positivamente en distintos ámbitos de la vida como el laboral, académico, relaciones interpersonales, bienestar y paz interior. Asimismo, ayuda a afrontar situaciones clave en el día a día: preparar exámenes, descansar mejor, hablar en público, resolver conflictos o superar todo tipo de desafíos cotidianos.

“La concentración mental no es un concepto abstracto ni una habilidad reservada a unos pocos afortunados, sino una capacidad que todos podemos desarrollar con la práctica adecuada, comenzando por dedicarle unos diez minutos al día, para empezar a entrenar la mente y ver resultados significativos”, enfatizaron.

Cómo conseguir el enfoque mental

Existen algunos ejercicios para fortalecer la concentración:

-Contar las respiraciones para entrenar la atención: Buscar un lugar tranquilo sin interrupciones durante uno o dos minutos, sentarse cómodamente y, si se prefiere, cerrar los ojos, por completo o parcialmente. Allí inhalar lenta y profundamente contando uno, exhalar y contar dos. Seguir contando así cada inspiración y espiración. Si la mente se distrae y se pierde la cuenta, volver a empezar desde uno: “Este hábito, repetido a diario, entrena tu mente para mantenerse en el momento presente y recuperar el enfoque rápidamente cuando lo pierdes. Con la práctica te darás cuenta de que tu manejo del estrés va mejorando”.

-Observar un objeto para desarrollar el enfoque mental: Sentarse en un lugar tranquilo y seguro, y elegir un objeto que se tenga a mano, como una vela, una taza o una planta, y colocarlo de frente a uno mismo. También se puede practicar con cualquier otro elemento que se tenga a la vista desde el sitio en donde uno esté sentado, por ejemplo, un vaso o un interruptor. Dedicar uno o dos minutos a la observación del objeto detenidamente y de manera conciente, solo mirándolo sin analizar ni juzgar. Si la mente comienza a divagar, traerse de nuevo al aquí y ahora con el objeto, sin juicio ni frustración: “Este ejercicio, que entrena tu capacidad para mantener la atención enfocada en una sola cosa, es muy poderoso y exige mucha atención. Si lo repites cada día, las distracciones irán reduciéndose y tu poder de concentración se elevará considerablemente”.

-Repetir un mantra para encontrar paz interior: Dirigirse a un espacio sin interrupciones, escoger un ‘mantra’ (palabra o frase que sea sencilla de recordar) que resuene con uno mismo como paz o calma o cualquier otra expresión que inspire. Repetirla mentalmente durante uno o dos minutos al ritmo que marque la propia respiración. Mantener la atención en esa repetición y, con la práctica, la mente asociará ese mantra a un estado de calma, lo que permite usarlo como un ancla para recuperar la paz interior cada vez que se necesite.

-La "regla 2 cada 2": Se recomienda encontrar, en promedio, "dos minutos cada dos horas" para realizar pequeñas prácticas para el enfoque mental, como las expuestas anteriormente. Así, el entrenamiento mental resultará accesible aunque la agenda esté cargada de tareas: “Dos minutos cada dos horas en promedio significa 16 minutos repartidos como mejor se pueda en una jornada normal. La vida de cada persona es diferente, con sus limitaciones, problemas y condicionantes, pero todo el mundo es capaz de encontrar esos 16 minutos distribuidos a lo largo del día”.

Fuente: EFE.