La preeclampsia es una complicación que sucede en el embarazo y se caracteriza por la presión arterial elevada y el daño a órganos. No sólo representa un riesgo para la madre, sino que nuevas evidencias científicas revelan que también puede conllevar consecuencias neurológicas a largo plazo en los hijos de ese embarazo, incluyendo un aumento en la probabilidad de sufrir convulsiones infantiles.

Preeclampsia y efectos más allá del embarazo

La hipertensión gestacional se asocia desde hace tiempo con diversas complicaciones en salud tanto para las personas gestantes como para los hijos producto de dichas gestaciones. Sin embargo, una nueva investigación proveniente de la University of Iowa Health Care (Estados Unidos), proporciona la primera evidencia a gran escala que vincula la hipertensión gestacional con un mayor riesgo de convulsiones en los hijos.

Para arribar a esta asociación significativa, publicada en Journal of Clinical Investigation, se utilizaron extensas bases de datos clínicas y modelos animales innovadores.

La asociación entre hipertensión gestacional y convulsiones en niños

Los hallazgos sugieren que la inflamación cerebral podría contribuir a la conexión entre estas cuestiones, por lo que podrían diseñarse tratamientos específicos para prevenirlas si los fetos han estado expuestos a hipertensión en el útero.

"Examinamos extensas bases de datos clínicas nacionales así como bases de datos de la Universidad de Iowa y la Universidad de Stanford, ambas estadounidenses, e incluso contamos con colaboraciones internacionales con análisis de bases de datos de nuestros colaboradores en Taiwán", especificaron desde la investigación.

De este modo, se analizaron datos con más de 246 millones de registros de pacientes de hospitales y clínicas de Estados Unidos y el Líbano. Así se descubrió que los niños nacidos de madres con hipertensión durante el embarazo presentaban tasas de convulsiones significativamente más altas que los nacidos de madres con presión arterial normal.

Además de dichas observaciones, se comprobaron estas asociaciones con modelos animales. "Incluso pudimos reducir las convulsiones en crías de ratones con antiinflamatorios basándonos en lo que aprendimos del modelo", explicaron.

El equipo espera que esta nueva comprensión del vínculo entre la presión arterial alta durante el embarazo y las convulsiones pediátricas en hijos abra nuevas vías de investigación: "La conexión entre hipertensión arterial en embarazadas y las convulsiones en los hijos de estos embarazos ya se había postulado, pero nunca se había examinado a gran escala ni se había modelado en animales", especificaron.

Y concluyeron: "Con estos nuevos modelos murinos y esta nueva conexión entre hipertensión gestacional y convulsiones, quizá podamos desarrollar nuevas terapias anticonvulsivas infantiles".

Fuente: Europa Press.