La Municipalidad de Rosario avanza con cambios importantes en la normativa para construir en altura en la ciudad. Por un lado, tal como anticipó Rosario3 el viernes, enviará esta semana un proyecto de ordenanza que habilita que se puedan construir torres en lotes de 1.000 m2 en adelante, eliminando así de manera general todas las restricciones para construir en altura salvo en grandes espacios.

Y como novedad, prepara un cambio en la normativa para las viviendas con afectación patrimonial en las que se le propondrá que aquellos propietarios que mantengan en condiciones las propiedades, obtendrán un certificado para construir esa altura que no pueden levantar allí en otra parcela.

“Tendría que ser en corredores, como San Martín, Avellaneda o Francia, porque buscamos que haya mayor densidad en zonas con con infraestructura y servicios”, anticipó el intendente Pablo Javkin, quien presentó las novedades, con su equipo de la Secretaría de Planeamiento, en una reunión en la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV).

La cuestión de la infraestructura no es menor para el intendente. “Quiero ver en 5 años la Ciudad de Rosario y la Ciudad de Funes en términos de servicios, circulación y movilidad", disparó haciendo foco en los problemas que generan las menores trabas que pone la localidad vecina, y que le vino muy bien (junto a la prohibición de barrios cerrados en Rosario) para atraer inversores rosarinos.

Sobre el cambio en las propiedades con protección patrimonial, que se prevén estarán listas para enviarse en el segundo semestre, la Intendencia busca solucionar el problema que se genera en el mantenimiento, ya que ante las limitaciones de construir sobre ellos, muchos dueños prefieren dejarlas caer hasta que, por derruidas, pierden la protección y así pueden levantar edificios.

En Rosario, existen alrededor de 6,100 inmuebles con protección patrimonial. Estos inmuebles se dividen en dos categorías principales: los que tienen protección directa (no pueden ser demolidos) y los que tienen protección indirecta (protegen el entorno, pero pueden ser demolidos). El programa de preservación patrimonial de la ciudad busca proteger estos edificios históricos y culturales. 

Se vienen las torres

Según mostraron el secretario de Planeamiento, Eduardo Bressan, y el subsecretario de esa cartera, Pablo Florio, se habilitarán a construir torres en 295 lotes en el radio céntrico, llegando a 448 si se suman los corredores habilitados dentro de Circunvalación, por ejemplo las avenidas San Martín y Rondeau.

El intendente Pablo Javkin, en la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV).

En concreto, los indicadores urbanísticos a aprobarse son:

  • Inmuebles frentistas con superficie entre 1.000 m2 y 5.000 m2 (a partir de esa dimensión ya entran).
  • Altura máxima: se establece a partir de la relación entre el Retiro Respecto al Deslinde Parcelario y un Coeficiente determinado por el sector urbano.
  • En concreto, en el áre central la altura máxima será de 120 metros en el área central
  • En el caso de los corredores urbanos, ese coeficiente varía según el Área de Tejido que atraviesa y se establecen, además de esa fórmula, valores de altura máxima. En líneas generales, la altura irá de 45 a 120 metros.
  • Retiro respecto a deslinde parcelario; mínimo de 6 metros
  • Retiro sobre Línea Municipal: mínimo 5 metros
  • Cobertura Vegetal: incorporación de un 30% de superficie
  • Planta Baja: altura mínima 4 metros con usos complementarios al uso residencial
  • Distancia mínima entre torres: mínimo 12 metros
  • Profundidad máxima para la localización de torres: 40 metro desde la LM
  • Todos los proyectos que reúnan esos requisitos podrán construir torres sin necesidad de otra aprobación que no sea la de la Secretaría de Planeamiento.

Para Javkin, además del cambio estructural, lo importante es que se trata de una ordenanza general dando fin a la situación actual en la que para construir en altura se deben acordar excepciones a la normativa con el Municipio y el Concejo.

Además, marcó que tendrá un impacto positivo en la morfología de la ciudad, ya que cuestionó el modelo de murallones de altura homogénea y defendió un diseño de ciudad que combine edificios en torre, corredores activos y plantas bajas dinámicas, con comercio y gastronomía, para mejorar la seguridad pública y el espacio vereda.

Apoyo empresario

Los constructores celebraron los cambios porque entienden que construir en altura contribuye a viabilizar muchos negocios porque mejora costos (por mayor volumen construido) y amplía oportunidades comerciales (por más unidades a vender). Es más, los constructores siempre recibieron con ceño fruncido las limitaciones impuestas durante las gestiones socialistas. 

Por eso mismo, los referentes del sector comprometieron su apoyo en el Concejo para que las normativas se aprueben en el menor tiempo posible. En el Palacio de los Leones calculan que para agosto podría estar aprobada la iniciativa en el Concejo y el propio Javkin señaló que el cambio busca contribuir a dotar de más densidad urbana en zonas claves de la ciudad ya que el cambio solo opera para corredores en los que está garantizada la provisión de infraestructura y servicios.