Cada 11 de junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Próstata, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre esta enfermedad e informar en torno a la importancia de un diagnóstico precoz para abordar adecuadamente la patología y garantizar una mejor calidad de vida.
La próstata es una glándula dentro del aparato reproductor masculino, ubicada por debajo y a la salida de la vejiga urinaria. Dentro de sí cuenta con células que producen parte del líquido seminal, encargado de proteger y nutrir a los espermatozoides.
Cáncer de próstata
Causado por un tumor maligno que se origina en las células prostáticas, este tipo de cáncer es el de mayor incidencia en hombres en Argentina, ocupando el tercer lugar en mortalidad tras el cáncer de pulmón y el colorrectal.
A raíz de un diagnóstico temprano, se permite una detección en estadios iniciales siendo en su mayoría curables. La detección se realiza mediante un control urológico, a medida de cada paciente teniendo en cuenta su edad y la presencia o no de factores predisponentes. El examen digital rectal y el antígeno prostático específico (PSA) son los pilares del diagnóstico temprano. El diagnóstico definitivo se determina a través de una biopsia prostática.
Cabe recordar que, a partir de los 50 años, se debe hacer un control preventivo anual y en pacientes con antecedentes familiares (padre o hermano) a partir de los 45 años.
Si bien no se conocen las causas exactas que originan el cáncer de próstata, existen factores de riesgo que favorecen su desarrollo:
-Edad: es el principal factor de riesgo. Esta enfermedad es poco frecuente en hombres menores de 50 años y las probabilidades de padecerlo aumentan considerablemente con la edad.
-Antecedentes familiares: el riesgo de un hombre es mayor si su padre o hermano tuvieron esta enfermedad. Cerca de un 10% de los cánceres de próstata pueden darse como resultado de una predisposición genética o hereditaria.
-Dieta: algunos estudios sugieren que los hombres que consumen una dieta con gran contenido de grasa animal o carne pueden tener riesgo mayor de presentar cáncer de próstata. Los hombres que consumen una dieta rica en frutas y verduras pueden tener un riesgo menor.
Tratamiento
En etapas iniciales, se puede optar por tratamientos localizados como radiación de fuente externa (radioterapia), implantación de semillas que emiten radiación en la próstata (braquiterapia) y cirugía radical (prostatectomía). Dichos tratamientos son equivalentes en cuanto a su efectividad, aunque difieren en efectos colaterales asociados y consecuencias como disfunción eréctil e incontinencia urinaria.
En tumores de bajo riesgo se puede utilizar una estrategia de vigilancia activa realizando un seguimiento del paciente basado en el PSA, el examen físico y realizar nuevas biopsias para ver si hubo un cambio con respecto al riesgo inicial. En estos casos, ante cualquier evidencia de progresión de la enfermedad, se iniciará tratamiento con fines curativos. El objetivo de la vigilancia activa es evitar las complicaciones relacionadas con el tratamiento sin perder la oportunidad de curación.
Es aconsejable que estos tratamientos sean efectuados en centros especializados, la opción de una terapia sobre otra debe ser discutida entre el paciente y el profesional tratante, teniendo en cuenta cada caso en particular. El crecimiento de las células del cáncer de próstata depende de la producción de hormonas masculinas como, por ejemplo, la testosterona, por lo cual el bloqueo de la producción de andrógenos constituye el pilar del tratamiento.
En aquellos casos en donde se presente una enfermedad avanzada o recurrente, con metástasis en órganos distantes de la próstata (hueso, hígado, pulmón), la terapia hormonal constituye el tratamiento en sus distintas modalidades: aplicación de un fármaco inyectable, indicación de un fármaco por vía oral o mediante la castración quirúrgica.
Cuando el tumor deja de responder a la terapia hormonal inicia una etapa que se conoce como “resistente a la castración”. Los tratamientos que se aplican en esta instancia son la quimioterapia por vía endovenosa, y una nueva alternativa de terapia hormonal recientemente desarrollada, en la que se indica medicación por vía oral.
Fuente: BA.