El microbioma de un bebé, es decir, la composición de sus bacterias intestinales que comienza a formarse al nacer, podría protegerlo de infecciones víricas posteriores en la infancia. Así lo sugiere un nuevo estudio proveniente del Instituto Wellcome Sanger y la University College de Londres, ambos del Reino Unido.

Publicado en The Lancet Microbe, el trabajo revela que los neonatos con una mezcla específica de bacterias intestinales al cumplir una semana de vida tenían menos probabilidades de ser hospitalizados por infecciones víricas de las vías respiratorias inferiores en los dos primeros años de vida. Además, se trataba de casos de algunos bebés nacidos por vía vaginal.

Si bien por lo pronto es solo una asociación y no una relación causal, estos hallazgos contribuyen a estrategias de investigación y prevención de enfermedades respiratorias infantiles.

Factores que afectan al microbioma

La microbiota es el conjunto de millones de microorganismos que viven en el cuerpo y que son vitales para la salud humana y el desarrollo del sistema inmunitario. El término microbioma incluye, además, la información genética de esos microorganismos y sus productos metabólicos.

Cabe destacar que el microbioma empieza a formarse tras el nacimiento, por lo que el primer mes de vida es la primera ventana de intervención que podría usarse para restaurar o potenciar este microbioma. Este mismo equipo de investigación reveló en 2019 que los bebés nacidos por vía vaginal tenían un microbioma diferente al de los nacidos por cesárea, aunque sus diferencias se igualaban cuando el bebé cumplía un año.

Pero también hay otros factores. “Se ha demostrado que hay muchos agentes diferentes que dan forma al microbioma intestinal en los primeros años de vida, incluida la composición de la microbiota materna, la edad gestacional, el modo de nacimiento, las prácticas de alimentación, la exposición a antibióticos y la genética, entre otros”, explicaron.

Además, otro de los trabajos de este equipo publicado en Nature en 2024, dio cuenta de que los neonatos del Reino Unido poseen una de tres bacterias durante la primera semana de vida llamadas "bacterias pioneras". Dos de ellas, Bifidobacterium longum (B. longum) y Bifidobacterium breve (B. breve), se consideran beneficiosas, ya que ayudan a promover el desarrollo de un microbioma estable.

La actual investigación utiliza la secuenciación del genoma completo y el análisis de muestras de heces de 1.082 recién nacidos en Reino Unido, así como sus historiales médicos, en pos de hacer un seguimiento de ingresos hospitalarios hasta los dos años.

Menor riesgo de hospitalizaciones

Los investigadores descubrieron que algunos de los bebés nacidos por vía vaginal, que tenían una mayor cantidad de la bacteria B. longum en su microbioma, junto con otras especies de igualmente beneficiosas, como B. bifidum y B. dorei, tenían un menor riesgo de ser ingresados durante la noche en el hospital por infecciones víricas respiratorias en comparación con otros neonatos. Esto seguía siendo así incluso después de tener en cuenta factores como si recibían antibióticos y si se alimentaban con leche materna, artificial o ambas.

Sin embargo, no todos los nacidos por vía vaginal tenían la misma composición microbiana. El equipo identificó otros dos grupos en función de su perfil microbiómico, que presentaban un mayor riesgo de ingreso hospitalario por infección respiratoria en comparación con los del grupo de B. longum. Estos otros perfiles de microbioma se encontraron en los nacidos por vía vaginal y por cesárea.

“Es importante señalar que este hallazgo es una asociación”, insistieron. Y agregaron: “Es necesario seguir investigando para demostrar una relación causal y comprender los mecanismos subyacentes. Esto podría ayudarnos a encontrar nuevas formas de garantizar que el tratamiento clínico se adapte mejor a cada situación”.

Asimismo, subrayaron que los resultados no son un argumento para evitar la cesárea, la cual en muchos casos es "un procedimiento que salva vidas y puede ser la elección correcta para una mujer y su bebé". A su vez, reforzaron que "las decisiones en torno al parto son personales y complejas", por lo que "no existe un enfoque único que sea el mejor para todos".

Aunque este estudio sugiere que algunos de los nacidos por vía vaginal pueden tener menos probabilidades de sufrir infecciones respiratorias graves, “esto no se observó en todos los bebés nacidos de esta manera, lo que sugiere que hay otros factores”.

Todos los genomas y microbiomas de los recién nacidos estudiados son de Reino Unido, aunque los resultados, en opinión de los expertos, podrían extrapolarse a otros países con matices. “Se ha demostrado que la ubicación geográfica afecta a la composición de la microbiota intestinal, por lo que los resultados aún se tendrían que confirmar en estudios independientes en otras regiones”, concluyeron.

Fuente: SINC.