El Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOCF) N°4 de la ciudad Buenos Aires condenó hoy a 25 años de prisión a un hombre que entre 2017 y 2020 abusó y explotó sexualmente a tres mujeres a las que engañó con falsas promesas laborales para obligarlas a prostituirse o –a partir de la pandemia– a tener sexo virtual delante de cámaras web en diferentes departamentos del barrio porteño de Retiro. Se trata de la primera condena por trata con explotación por medios digitales y el caso también tiene la particularidad de que una de las víctimas se suicidó antes de que el imputado fuera detenido, indicó el portal Fiscales.

En línea con lo solicitado en su alegato por el fiscal Abel Córdoba, y la auxiliar fiscal María Laura Grigera, el tribunal consideró a Fredy Junior Arturo Zea Ricardo (38) autor de los delitos de trata de personas con fines de explotación sexual agravada en concurso real con abuso sexual agravado reiterado contra tres mujeres.

Además, el tribunal hizo lugar a las medidas de reparación patrimonial y no patrimonial que había solicitado la fiscalía en su alegato y ordenó extraer testimonios para investigar la posible participación de otras personas en los hechos.

Finalmente, ordenaron embargar un inmueble del padre de Zea Ricardo ubicado en la localidad bonaerense de Ezpeleta, por haber sido utilizado como instrumento del delito –era base de sus operaciones digitales– y como el sitio donde el ahora condenado se ocultó de la acción de la Justicia.

Este juicio comenzó el 4 de octubre del año pasado. A lo largo de diez audiencias declararon 21 testigos y se exhibieron los videos de las Cámaras Gesell de dos de las víctimas, ya que la primera –identificada como María Cecilia S.–, no llegó a declarar porque atormentada por lo vivido tomó la decisión de suicidarse en 2021. El próximo 15 de mayo se conocerán los fundamentos.

Streaming porno en pandemia

En su alegato, los fiscales destacaron que el acusado tuvo la habilidad de adaptar la explotación de una de sus víctimas para sortear las restricciones impuestas en 2020 durante la pandemia del covid: a través de la transmisión en línea o streaming en Chaturbate y Strip Chat.

Según la fiscalía, esa joven era obligada a someterse a largas jornadas de exposición ante la webcam para transmitir en línea contenido sexual pago. A criterio de los acusadores, esta nueva modalidad resultó “aún más cruel y tortuosa”, ya que no tenía límite ni descanso, le exigía la exposición constante, el manejo de códigos y lenguajes de exhibición que desconocía.

A lo largo del juicio se pudo comprobar que Zea Ricardo captó a la primera víctima, María Cecilia S., a través de la publicación de un anuncio en el diario Clarín mediante el cual se solicitaban modelos sin experiencia para una supuesta campaña publicitaria. Fue así como, desde mediados de 2017 y hasta el 4 de septiembre de 2020, el hombre la acogió con la finalidad de explotarla sexualmente trasladándola hacia distintos departamentos en el barrio de Retiro. 

El condenado siguió el proceso desde la cárcel de Ezeiza.

Durante ese tiempo, el acusado la forzó a mantener relaciones sexuales con distintos clientes en esos domicilios alquilados, bajo una contraprestación monetaria que terminaba quedándose en su totalidad.

Además, conforme la declaración de la víctima que fuera plasmada en los distintos informes del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, así como a través de posteriores relatos escritos por la damnificada, se supo que Zea Ricardo solo la dejaba dormir cinco horas al día y le proporcionaba únicamente media hora para comer.

Durante el debate, la fiscalía explicó que Zea Ricardo le hacía creer que conformaban una sociedad y que con él iba a ganar mucho dinero, a pesar de entregarle solo 500 pesos para asearse y comer.

Esta víctima escapó el 4 de septiembre de 2020 del domicilio de la avenida Santa Fe junto con personal de la asociación civil Madres y Víctimas de Trata. Tiempo después, el 15 de diciembre de 2021, antes de que el acusado fuera detenido, decidió quitarse la vida tras estar bajo tratamiento psicológico y psiquiátrico como consecuencia de todos los sucesos relatados.

Distintos ambientes de un departamento de la avenida Santa Fe al 800 del barrio porteño de Retiro allanado por la Policía Federal. Foto: Fiscalía.