El policía que mató a un joven el pasado sábado en barrio Las Flores fue imputado y quedó preso. Si bien en un primer momento se barajó la versión de que se enfrentó a balazos y asesinó a un presunto ladrón, en el transcurso de la investigación no se halló una segunda arma de fuego y no se acreditó el intento de robo. La fiscal además sospecha que el agente –que estaba de civil– plantó una pistola de juguete para intentar simular un tiroteo. El cuerpo de la víctima del crimen tenía cinco orificios de bala

El homicidio ocurrió el sábado al mediodía en Guardia Morada al 500, cuando Juan R. C. se encontraba de civil y, en circunstancias que no están claras, disparó varias veces contra Kevin Ezequiel Gómez, de 20 años, quien murió en el Heca a los pocos minutos de ingresar.

El cuerpo de Kevin Gómez tenía cinco orificios de bala en los brazos, abdomen y en la cresta ilíaca

Luego del crimen corrió la versión de que el policía de civil –despachante de la comisaría 21ª– se había enfrentado con un delincuente que lo había intentado asaltar. La fiscal de Homicidios Dolosos afirmó en la audiencia imputativa de este miércoles que Juan R. C. colocó en la escena del asesinato una pistola de juguete que llevaba en su bolso personal y luego anotició bajo código policial que había mantenido un tiroteo. No obstante, no se encontró otra arma de fuego en el lugar.

El policía Juan R. C. declaró en la audiencia. Aseguró que Kevin Gómez quiso robarle y que le apuntó con un arma de fuego. No se recolectaron testimonios, por fuera de sus compañeros de la fuerza de seguridad, que sustentaran su versión

El agente agregó que en la escena del crimen no se encontró un arma de fuego porque en el lugar supuestamente intervino una "multitud hostil" que la sustrajo

El juez penal de primera instancia Mariano Aliau dictó 90 días de prisión preventiva efectiva para el policía.