Walter Rodrigo Alejandro “Rengo” Segovia (23), soldadito de la presunta banda narco conocida mediáticamente como Los Salteños, fue condenado a la pena de 18 años y 6 meses de prisión. Es por haber matado de cinco tiros a Luis Alfredo Cañete (34) el 20 de agosto de 2022 luego de haber mantenido un entredicho en Ottone al 1200 bis.

Los jueces Facundo Becerra, Nicolás Foppiani y Nicolás Vico Gimena homologaron el juicio abreviado que había sido acordado entre la fiscal María de los Ángeles Granato y la defensa del imputado. 

Tal como publicó Rosario3, la acusación a Segovia fue un botón de muestra de cómo el clan Villazón operaba la venta minorista de droga en el sector conocido como Los Pumitas, en Empalme Graneros: mediante amenazas y sin reparos para disparar. La organización se conoció a nivel nacional por el crimen de Máximo Jerez, el nene de 11 años que quedó en medio de una balacera contra un búnker de Los Salteños. Por ese hecho hubo un levantamiento barrial contra los dealers de la zona. 

Fue compleja la investigación contra “Rengo”, ya que los investigadores se toparon con un muro de silencio y la pesquisa se mantuvo estancada hasta el 7 de marzo de 2023, cuando la furia de los vecinos se desató al término del funeral de Máximo, el pequeño cuya vida se terminó abruptamente tras ser alcanzado por las balas que se generaron por una presunta interna entre los Salteños y otra gavilla que se dirimieron el negocio del narcomenudeo en la zona.

Según fuentes judiciales, Segovia fue uno los integrantes de los Salteños que se parapetó en el techo de la casa-aguantadero de Cabal al 1300 bis a enfrentar el asedio de los vecinos hartos de la impunidad. De acuerdo a las imágenes captadas por El Tres, era quien vestía una camiseta de la selección argentina mientras esquivaba piedrazos y arrojaba botellas de cerveza. Luego, fue detenido por la Policía, que lo sacó del domicilio. 

La caída del dominio territorial del clan de los Salteños allanó el camino para que algunos vecinos se animaran a hablar sobre otros hechos criminales atribuidos a este grupo. Es por eso que el Ministerio Público de la Acusación recolectó seis declaraciones de testigos presenciales que señalaron a Segovia como el homicida de Luis Alfredo Cañete (34), una de las seis personas que fueron asesinadas a tiros en Los Pumitas en 2022

Según la imputación, el 20 de agosto a las 18.10 el “Rengo” abordó a Cañete cuando este se desplazaba en una Honda Titan roja por Ottone al 1200 bis (intersección de Ottone con el pasaje Santa Clara, paralela al club Los Pumas), y lo hirió de por lo menos cinco tiros causando su deceso producto de hemorragia torácica masiva. Luego sustrajo la moto de la víctima y se retiró del lugar acarreando el vehículo.

El preludio del asesinato, según la Fiscalía, fue un intento de robo protagonizado por el propio Segovia contra “un pibe del barrio”. Cañete “intercedió e impidió el robo, pero el Rengo volvió armado y lo mató”, dijo un investigador. Al retirarse con la moto de la víctima amenazó a los presentes.

En paralelo, al soldadito del clan Villazón le atribuyeron dos hechos delictivos más. Uno fue haber comprado en marzo de 2020 una moto “a sabiendas” de que era robada, y que tenía pedido de secuestro activo desde diciembre de 2019. El otro, haber ingresado a un domicilio particular de Pasaje San José al 2500 sin el consentimiento de los propietarios, mediante una amenaza con una pistola calibre .22, al parecer, buscando refugio de una persecución policial.