El caso del nene baleado cuando estaba por empezar a jugar al fútbol el pasado sábado en un club de la zona sudoeste de Rosario detonó también la polémica sobre si es necesario suspender las actividades infantiles mientras se espera la evolución de Benjamín Biñale, de 8 años. Pero ni la familia ni los organizadores de los campeonatos creen que esa medida conduzca a algo.

Javier Biñale, padre del niño –que permanece estable en terapia intensiva del hospital Vilela–, opinó que a pesar del dolor que ellos atraviesan a la espera de novedades positivas sobre la evolución de Benja, “los chicos tienen que seguir jugando”.

“Se está hablando de cerrar los clubes o suspender la jornada hasta que Benjamín esté bien. Yo creo que no, que los chicos tienen que seguir jugando. Y desde el club Pablo VI –donde la víctima recibió una bala perdida de origen incierto–también me hablaron y yo contra el club no tengo, muchas cosas se distorsionan y yo no quiero eso”, aclaró al mediodía en contacto con De 12 a 14 (El Tres).

En la misma sintonía, desde la Asociación Rosarina de Fútbol (ARF) no creen que una suspensión de los partidos derive en “una solución mágica” al problema de fondo. Así lo expresó este martes en Radio 2 el presidente de la entidad, Mario Giammaría.

“No pensamos que suspendiendo la actividad vayamos a tener una solución mágica para conseguir lo que tanto deseamos, que es que todo se desarrolle normalmente y sin estar expuestos a esta inseguridad”, analizó en el programa La primera de la tarde.

El histórico dirigente aclaró: “Lo que pasó nos preocupa. Y si bien es algo inédito, nos muestra el estado de indefensión y de vulnerabilidad que estamos pero en cualquier lado. Puede pasar en una escuela, en una actividad al aire libre. Tendrían que dar respuesta las autoridades”.

En ese sentido, dijo que él personalmente se mantiene en contacto con los padres de Benjamín y sus médicos del Hospital de Niños pero lamentó que “del ámbito local, ninguna autoridad se comunicó con la familia ni con la Asociación”. Por eso insistió con “que desde el Ministerio de Seguridad asuman su rol”.

Se define con los clubes

Volviendo a la posibilidad de una suspensión del fútbol infantil en Rosario “hasta que Benjamín vuelva a su casa”, Giammaría dijo que por estas horas mantenía contactos con otros dirigentes de la Asociación y que será clave una reunión prevista para el jueves con representantes de los clubes y delegados.

Consultado sobre la prevención de contar con patrulleros y ambulancias en todas las canchas donde los fines de semana se desarrollan los torneos, remarcó que son entre 70 y 80 canchas donde se juega casi en simultáneo, tanto sábado como domingo, lo que vuelve materialmente imposible.

Explicó que ante una urgencia se cuenta con la cobertura de un servicio privado y remarcó: “Jugamos 23 ó 24 mil partidos por temporada y una cosa como ésta –un chico que recibiera una bala perdida– nunca nos ha sucedido. Pero el deporte es un derecho social y no lo podemos restringir a un ámbito cerrado”.

“No obstante –finalizó–, los clubes están muy expuestos, y no sólo en la periferia. Son objeto de robos, les roban elementos deportivos, del buffet, luminarias, cables, etcétera”.