“En la ciudad debemos educar a quienes viven en edificios sobre qué hacer en caso de incendios. No se trata solo de cumplir con las disposiciones de tener cada tantos pisos los extinguidores, sino saber cómo proceder, ubicando en forma visible una señalética clara que ayude a sus habitantes a tomar los recaudos suficientes”, aseveró el cirujano plástico, especialista en quemados, Osvaldo Freddi.

El médico del Sanatorio Británico consideró que autoridades, instituciones intermedias y ciudadanos debemos tomar a nuestro cargo la difusión de las medidas de precaución y advertencias.

“En esos lugares debería ser obligatorio además de las luces de seguridad, alarmas y sensores de humo. Hoy la ciudad tiene varios edificios de más de 20 pisos y las medidas deben ser estrictas para prevenir las consecuencias de los accidentes”, indicó.

Fuego en los edificios

Cuando se produce fuego en un edificio, uno de los aspectos más importantes que debemos intentar controlar es la propagación del mismo. “Evitar que el incendio se propague a otras habitaciones e incluso a otras casas puede marcar la diferencia entre un pequeño fuego y un gran incendio”, dijo Freddi.

En un edificio residencial, el fuego puede avanzar rápidamente gracias a la gran cantidad de combustibles que puede encontrar, como cortinas, muebles y revestimientos de paredes. “Este tipo de construcciones no suelen estar acondicionadas para aislar los incendios y estos pueden propagarse fácilmente a través de las puertas de madera o de las paredes sin aislamiento”, manifestó.

A continuación, enumeró las distintas formas en las que un incendio puede propagarse en un edificio:

- Propagación vertical del fuego: que el calor se dirige hacia arriba es algo que todos conocemos, esto hace que los pisos que se encuentran justamente encima del foco del incendio sean los más propensos a sufrir la propagación del fuego. Los huecos de escaleras o de los ascensores, los conductos de ventilación y las puertas de madera permiten que el fuego se propague con facilidad, provocando un efecto chimenea en estos conductos. Serían necesarios puertas ignífugas y elementos pasivos de seguridad, para evitar la propagación de los incendios.

- El fuego también se propaga de forma horizontal: el principal motivo es la falta de puertas cortafuegos o la mala colocación de estas. La instalación de estos elementos de seguridad puede evitar la propagación horizontal del fuego. La falta de muros cortafuegos es otro de los principales motivos que permiten la propagación. La propagación horizontal del fuego se suele producir con suma facilidad gracias a las alfombras, cortinas, revestimientos y muebles que actúan como combustibles.

“El fuego, sin duda, es el elemento más peligroso de un incendio, aunque no es el único. El humo es otro de los factores de riesgo en un incendio ya que limita visibilidad y puede causar asfixia. El humo que se produce en un incendio en un edificio suele ser un humo tóxico, ya que se forma de la combustión de los materiales aislantes, plásticos, pinturas”, advirtió el especialista.

En un incendio en un edificio se alcanzan temperaturas extremadamente elevadas que pueden llegar a romper los cristales de las ventanas, facilitando así la entrada de oxígeno al incendio y provocando una combustión súbita o flashover. “Si un edificio cumple con la normativa actual anti incendios, los riesgos de propagación del fuego se reducen considerablemente. Las medidas que se pueden adoptar para evitar la propagación son tanto estructurales como constructivas”, cerró.

 

* Osvaldo Freddi, cirujano plástico, especialista en Quemados, Matrícula :4377, Centro de Quemados Sanatorio Británico