Explorar el fondo del mar, desde el celular, en vivo. La posibilidad de realizar este viaje a la profundidad del océano es una propuesta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en colaboración con la fundación Schmidt Ocean Institute, bajo el nombre de expedición “Underwater Oases of Mar Del Plata Canyon: Talud Continental IV”.
De acuerdo a la información publicada por Conicet, la campaña explora el cañón submarino Mar del Plata, una región de alta biodiversidad y poco explorada del Atlántico sur. La misión cuenta con apoyo del Consejo, financiamiento internacional, y representa un salto tecnológico y científico sin precedentes: es la primera vez que en aguas argentinas del Atlántico Sudoccidental se emplea el vehículo operado remotamente (ROV) SuBastian, capaz de capturar imágenes submarinas en ultra alta definición y recolectar muestras sin alterar el entorno.
La travesía se desarrolla a bordo del buque de investigación Falkor (too), provisto con equipamiento oceanográfico de última generación. La campaña se transmite en vivo por el canal de YouTube del Schmidt Ocean Institute, con imágenes captadas desde profundidades de hasta 3.900 metros.
Para ver la campaña en vivo, ingresar a este link.
Conservación de ecosistemas vulnerables y ciencia multidisciplinaria
El Cañón Mar del Plata se encuentra frente a la provincia de Buenos Aires, en el límite entre las corrientes de Brasil (cálida) y Malvinas (fría), una frontera biogeográfica clave para el Atlántico sur. A lo largo de la campaña, el equipo científico analiza múltiples estaciones de muestreo a profundidades que alcanzan los 3.900 metros, para estudiar la distribución de especies y su relación con variables ambientales, topográficas y oceanográficas.
El equipo multidisciplinario está conformado por más de 30 científicos de instituciones argentinas, en su mayoría del Conicet, incluyendo el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN, Conicet) el Instituto de Biología de Organismos Marinos (Ibiomar-Conicet), el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC, Conicet- UNMDP), el Instituto de Biodiversidad y Biología Experimental y Aplicada (IBBEA, UBA-Conicet), el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC, Conicet) y el Instituto de Diversidad y Ecología Animal (Idea, Conicet-UNC). También forman parte investigadores de las Universidades Nacionales de Buenos Aires, Córdoba, La Plata y Mar del Plata.
De acuerdo con el investigador del Conicet en el MACN y jefe científico de la expedición, Daniel Lauretta: “Este grupo, que cuenta con la participación activa de becarios, técnicos y jóvenes investigadores, aborda la exploración de hábitats marinos vulnerables detectando los impactos humanos, incluyendo basura marina y microplásticos, la biodiversidad bentónica (invertebrados y peces), la reproducción y biogeografía de especies profundas, el ADN ambiental, el carbono azul y dinámica de sedimentos”.
En cuanto a la tecnología novedosa como el ROV SuBastian, Lauretta, sostiene: “Apenas estamos empezando y ya vemos cosas increíbles: animales que nunca se habían registrado en esta zona, paisajes submarinos que parecen de otro planeta, y comportamientos que sorprenden hasta a los científicos más experimentados. Poder contar con el ROV SuBastian es un lujo, porque nos permite ver en directo lo que ocurre a casi 4.000 metros de profundidad, con un mínimo impacto sobre los organismos. Es como si tuviéramos un submarino con ojos súper sensibles que baja por nosotros y nos muestra todo con lujo de detalles”.

El investigador también destaca el impacto que tiene la transmisión en vivo en términos de comunicación pública de la ciencia: “Que cualquier persona pueda conectarse desde su casa y ver en vivo lo que estamos viendo nosotros, es una oportunidad única. De repente, la ciencia deja de ser algo lejano o inaccesible, y se vuelve parte del día a día. Además, nos obliga a explicar lo que hacemos de forma clara, sin vueltas, para que cualquiera lo pueda entender y disfrutar. Es una forma de abrir las puertas del barco, del laboratorio, y del fondo del mar, todo al mismo tiempo”.
Sobre los desafíos científicos que plantea explorar a casi 4.000 metros de profundidad, Lauretta, expresa: “Son muchísimos, todo allá abajo es extremo: la presión es altísima, hace mucho frío, y no hay luz. Pero además de los desafíos técnicos para llegar, grabar y tomar muestras, hay otro desafío más grande todavía: entender lo que vemos. A veces encontramos organismos que nadie había visto antes, o interacciones que no sabemos cómo explicar. Es como estar explorando otro planeta, pero debajo del agua. Y lo más emocionante es que, en cada inmersión, hay algo nuevo por descubrir”.

Entre otras acciones destacadas, el equipo espera generar modelos 3D de especies emblemáticas y producir material educativo para escuelas, museos y clubes de ciencia. Todos los datos recolectados durante la expedición serán publicados en repositorios abiertos como Conicet Digital, OBIS y GenBank.
Esta campaña da continuidad a las expediciones Talud Continental I, II y III, realizadas a bordo del Buque Oceanográfico Puerto Deseado del Conicet, que permitieron describir decenas de nuevas especies y revelaron una diversidad inesperada en corales de aguas frías, moluscos, equinodermos, ascidias, crustáceos, peces de profundidad y sus parásitos.