Agentes de la Secretaría de Control clausuraron un desarmadero y dos chatarrerías en barrio Nuevo Alberdi, en el marco del trabajo que busca detectar, entre otras cosas, la procedencia del material acopiado en este tipo negocios. Las clausuras se produjeron por la falta de habilitación y pésimas condiciones de seguridad e higiene.
Incluso, uno de los negocios ya había sido clausurado con anterioridad y estaba violando esa infracción, por lo que ahora recibirá una sanción más dura, lo que incluye una posible denuncia penal.
"Desde que comenzamos con los operativos en chatarrerías tuvimos una baja del 50 por ciento el robo de medidores de agua y se han recuperado muchos materiales del alumbrado público. Si bien en este caso no se hallaron elementos de dudosa procedencia, es a partir de estas intervenciones que comenzamos a cortar de a poco con el vandalismo que sufre el vecino día a día", destacó el secretario de Control municipal, Diego Herrera.  .
Los operativos fueron realizados por las Direcciones Generales de Industrias, Comercios y Servicios; de Control Urbano y efectivos de la Policía de la Unidad Regional II.
Una las intervenciones se llevó a cabo en calle Polledo. En el lugar funcionaba un desarmadero y taller mecánico. Allí se hallaron, entre otras cosas, autopartes de vehículos como llantas, motores, chapas patentes y estéreos.
Si bien la policía en este caso no encontró elementos que tuvieran denuncias por robo, el negocios fue clausurado por el municipio ya que no tenía ningún tipo de habilitación, estaba en muy malas condiciones de seguridad e higiene, enganchado de la luz y un sector del galpón se había desmoronado, generando un severo riesgo.

En tanto, también se clausuraron dos chatarrerías en Nuevo Alberdi, en estos casos sobre calle Salvat. Tampoco tenían habilitación ni reunían las condiciones necesarias de seguridad e higiene para funcionar.
