Un estudio reveló que los continentes de la Tierra se están secando a un ritmo sin precedentes. Según dos décadas de datos satelitales, la superficie terrestre afectada por la pérdida de agua aumentó año tras año. Esto incluye la pérdida de agua de depósitos superficiales como lagos y ríos, y acuíferos subterráneos, que constituyen una importante fuente de agua potable en todo el mundo.
El estudio, dirigido por investigadores de la Universidad Estatal de Arizona, reveló que incluso las áreas que anteriormente mostraban tendencias a una mayor humedad ahora se están volviendo más secas o al menos no se están volviendo más húmedas al ritmo detectado anteriormente. La mala gestión de los recursos de aguas subterráneas es la principal culpable, junto con los efectos del cambio climático, como las prolongadas sequías en Europa y el derretimiento del permafrost en las regiones árticas, explicaron en el trabajo publicado en la revista especializada Science Advances.
Los datos mostraron que la sequía se aceleró en 2014, cuando el fenómeno de El Niño desequilibró el clima global. El estudio destaca la importancia de mejores prácticas de gestión del agua para mitigar los efectos del cambio climático. La extracción excesiva de agua subterránea es un problema grave que socava la seguridad hídrica y alimentaria regional y mundial.
Los investigadores advierten que las aguas subterráneas agotadas no se repondrán "en escalas de tiempo humanas", lo que causa una "amenaza crítica y emergente para la humanidad". Proteger el suministro mundial de agua subterránea es fundamental en un mundo en calentamiento y en continentes que se están secando.
El estudio destacó la necesidad urgente de tomar medidas para abordar la crisis del agua en todo el mundo. La pérdida de agua continental ahora contribuye más al aumento del nivel del mar global que el derretimiento de las capas de hielo, lo que subraya la importancia de abordar este problema de manera efectiva.