“Alfonso Bustillo, presidente de la Asociación Argentina de Angus, siempre dice que el Rosgan, fundado en 2008, cambió la forma de comercializar el ganado en el país al introducir los remates televisados, algo que en su momento fue toda una revolución. Si hasta se temió por la desaparición de las tradicionales ferias, cosa que no ocurrió porque cada formato encontró su lugar. Y como queremos seguir estando en la vanguardia de la generación de herramientas comerciales que le sirvan al sector, ahora vemos que el futuro del comercio ganadero está en los remates por streaming, que cada vez irán ganando más fuerza, y que tienen al Rosgan, otra vez, como líder y pionero en su implementación”.
Así arranca Walter Tombolini, el presidente del mercado ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario (Rosgan), la charla con Rosario3. La entidad viene de anotarse un récord en la última edición de la Rural de Palermo, que es la catedral de la ganadería argentina. Allí armaron el remate de hacienda para invernada más grande de la historia de la expo: 30 mil cabezas.
“Nos dieron el último día, que puede ser de los más complicados porque llegas luego de dos semanas de otros remates y con el temor de que se haya secado la plaza. Sobre todo, porque había casas consignatarias anunciando récords de 30 mil cabezas (sumando cría, invernada, gordo, faena, etc.), por lo que nos enfocamos en hacer algo distinto y ser otra vez tendencia al concentrar 30 mil cabezas pero sólo de invernada, que pudieron ser más pero no podíamos por la franja horaria que nos asignaron”, relató.
Pero, además de los negocios, en Palermo también hubo varias novedades institucionales. Por ejemplo, se lo vio de vuelta en el equipo al ex director ejecutivo Raúl Milano, ahora como asesor, y a quien le encargaron el desarrollo de los contratos de futuros ganaderos y la organización del tercer congreso ganadero de la entidad que se realizará el 13 de noviembre.
Pero, por lejos, en lo institucional lo más importante fue que Tombolini anunció que a fin de año dejará la presidencia del Rosgan, pese a que, por estatuto, la entidad no tiene límites a la reelección y el empresario tenía el consenso interno para seguir al frente.
-¿Por qué la decisión de dejar a fin de año la presidencia?
-Los períodos en el Rosgan son de un año con reelección indefinida. Este año cumplo cuatro años de gestión y el concepto de indefinido no me gusta. Creo que todos debemos, luego de hacer lo que vinimos a hacer, saber retirarnos. Es lo que corresponde. Hay que dejar paso a nuevas generaciones, a otra gente. En lo personal, consideré que -habiendo cumplido los objetivos- ya estuve un tiempo suficiente. Pero además es importante resaltar que a mí me convocó para el cargo el presidente de la Bolsa de Comercio, Miguel Simioni, lo que fue un gran honor porque él encabezó una gestión que volvió a poner de pie a nuestra entidad; y si entré con él, corresponda que me vaya con él, ya que Simioni termina a fin de año su mandato en la Bolsa.
-La asamblea del Rosgan es en noviembre. ¿Cómo se definirá su sucesor?
Con mi salida de la presidencia lo que busco también es allanar el camino al próximo presidente de la Bolsa para que, como titular del principal accionista del Rosgan, sea quien decida quien lo acompañe. Es lógico que las nuevas autoridades de la Bolsa definan quiénes lo acompañarán en la conducción de sus mercados adheridos.
-Habló de objetivos cumplidos. ¿Cuáles eran?
El crecimiento del Rosgan. Y vaya que lo hicimos. En 2021 operamos 210 mil cabezas totales y ahora estamos en las 400 mil, y sin contar otras 220 mil que operamos en los remates individuales que, a través de la tecnología del Rosgan, hicieron nuestras casas consignatarias. Y cuando digo crecimiento, lo hago pensando en un desarrollo integral, sumando tecnología, infraestructura y también operadoras.
-¿Y cuál fue la estrategia utilizada?
Primero, todo fue posible por el esfuerzo del directorio que se armó, con Javier Cervio, Carlos García Beltrame, Maximiliano Farquharson, Luciano Colombo y Patricio Carli. Ahora, sobre el plan, fue pensando como un triángulo de tres vértices: tecnología, apertura y financiación.
-Empecemos por el tema de la apertura.
-El objetivo fue abrir y liberar el mercado. En el lenguaje bursátil se le dice desmutualizar. Queríamos que el que quiera entrar pueda hacer como operador sin necesidad de ser accionista, siempre teniendo en cuenta el protocolo de ingreso. Y así lo hicimos y logramos el ingreso de Rigan. Ojo, no todos pasaron el filtro porque hubo dos consignatarios a los que les tuvimos que decir que no pasaron el protocolo
-¿Ahora hay operadores queriendo ingresar?
-En este momento, hay cuatro trabajando para ingresar. Lo trascendental es que lo convertirmos en un mercado libre, abierto para todo. Y eso se traduce en más volumen, más liquidez, que es lo fundamental para la vigencia de un mercado.
-Vinculado al ingreso de operadores, un desafío que tuvo su gestión es afrontar la decisión de la consignataria Reggi de dejar de operar con ustedes. Por decisiones comerciales propias, si bien se mantuvo como accionista, dejó de enviar ganando a remate. Y era el principal animador que tenía el Rosgan. ¿Qué pasó? ¿Cómo lograron el crecimiento perdiendo a su principal aportante de cabezas a los remates?
-Mi forma de abordar los problemas y los desafíos es ir para adelante y bien fuerte. Reggi había tomado una actitud crítica y como Rosgan y como Bolsa no podíamos estar pendiente del estado anímico o de la política comercial de un integrante. Sus decisiones no pueden afectar la política de todo un Mercado. Ningún mercado puede estar dependiendo de un operador, . bailar al ritmo de un operador, cuando su mirada no es para construir el crecimiento de todos. Por eso referimos preocuparnos por los 11 operadores restantes. Apostamos por el crecimiento del resto, y seguir desarrollando las herramientas que ellos necesitaban. Y el resultado está a la vista, el crecimiento récord lo tuvimos sin ellos. Hicieron un pequeño remate en Palermo el día anterior y el Rosgan hizo un remate récord el día después. Ese proceso habla muy bien de la salud institucional y comercial de la institucional; de su vitalidad para atravesar sin sobresalto el retiro de quien era su principal consignatario. Se trata de pensar herramientas que beneficien a todo el sector ganadero, que a compradores, vendedores e intermediarios les vaya mejor. Esto habla de la fuerza de un mercado, con 11 casas creciendo.
-Vamos ahora por el vértice de la tecnología. ¿Qué fue lo que hicieron?
-Miremos para atrás. Dependíamos de una empresa uruguaya que se encarga de todo lo referente a la tecnología para armar los remates televisados. Habíamos firmado un convenio muy oneroso, que en su momento fue la única forma, allá por 2008, para implementar el mercado. Pero había llegado el momento de empezar a hacerlo nosotros. Y para eso hubo que invertir fuerte en infraestructura y tecnología propia, y para eso contamos con el apoyo de la Bolsa. Tener nuestra propia tecnología nos dio independencia y nos bajó de manera substancial los costos de puesta en escena.
-Nació así el “Estudio RosGan”
-Efectivamente, tener nuestro propio estudio equipado para hacer las transmisiones, nuestros propios programas y avanzar en los remates por streaming. La Bolsa nos cedió un lugar privilegiado en el Edifico Torre y también fue clave su aporte en infraestructura. Ganamos independencia y control y menores costos. Ahora, desde el estudio hacemos los remates virtuales que se transmiten en las localidades del interior. Hay consignatarios que realizan sus propios remates desde el Estudio. Pero además, nos permite también transmitir información al merado, generar noticias, aportar datos al sector, contar lo que le pasa, en definitiva, convertirnos en referente de la ganadería en la opinión pública y aportar a su institucionalización y jerarquización dentro del mapa económico nacional, como también empezamos a hacer con la realización de los congresos ganaderos, que en este 13 de noviembre tendrá su tercera edición
-Sobre la tecnología, hoy los recintos de los mercados están hoy vacíos. Pasó en valor y en granos, tanto en segmento spot como en el término. Ustedes tenían una rueda muy grande con el remate mensual televisado, pero -con la tecnología- hubo operadores de otras provincias que empezaron a querer venir menos a Rosario, luego de que por la pandemia se acostumbraron a rematar desde sus oficinas. ¿Cómo lo están sobrellevando?
-Nosotros armamos el avión volando. Fuimos ensayando estrategias. A prueba y error. Es incorrecto querer tapar el son con las manos. La tecnología, con los teléfonos inteligentes como estandartes, llegaron para cambiar la operatoria bursátil y, como Rosgan, decidimos que teníamos que ser nosotros quienes lideremos ese cambio. Las estructuras no son monolíticas, hay que ir adaptándolas de manera permanente a las nuevas condiciones. Mente abierta.
-¿Y qué hicieron?
-Aflojamos con los remates presenciales. Hacemos uno cada tanto para no perder ese punto de encuentro que es estar todos en un recinto, mientras que invertimos en infraestructura para que cada uno pueda participar desde su propia oficina. Hay que adaptarse. Lo mismo pasó cuando arrancamos con los remates televisados. Estaban los que decían que era el fin de las ferias y lo que hubo fue una adaptación: hoy Rosgan televisa hasta 8 ferias por día. No habrá efecto “Kodac”, nada va a desaparecer de un día para el otro. La comercialización seguirá mutando y los mecanismos seguirán conviviendo siempre con la mira en buscar la eficiencia y el mayor volumen. Nosotros hoy tenemos remates habituales en el recinto de la Bolsa y virtuales, además de los propios de cada casa, que les decimos libres, que usan la infraestructura. Esta tecnología nos permitió también sumar nuevos sectores, como los remates de “cabañas”, que en solamente en agosto estamos organizando 15. La tecnología, en vez de ser un enemigo, lo convertimos en un aliado para sumar volumen. Y todavía sueño con poder llevar todo al celular.
-Vamos al tercer vector. ¿Y qué pasó con el financiamiento?
En ese no pudimos avanzar tanto. El objetivo era desarrollar una herramienta de financiamiento diferencial propia del Rosgan, más allá de las que consigue cada consignataria por su cuenta. Pero aquí lo que ocurrió es que las condiciones macro del país no ayudaron. Es que, al final, todo es un tema de tasa. En Palermo se conocieron que ahora hay bancos que prestan atado al valor del ganado. Es un paso adelante, pero el tema central es el costo de ese financiamiento, que es en la actualidad el gran problema de la economía argentina.
-¿Y la Bolsa no podía financiar ese producto diferencial?
-No le corresponde. La Bolsa genera el ámbito y puede contribuir al desarrollo pero no a financiarlo. Costó que algunos lo entiendan, pero finalmente lo entendieron
-Finalmente, ¿cuáles son los desafíos que deberá afrontar el Rosgan?
Quedan los pendientes en financiamiento y en el desarrollo de un mercado de futuros, pero en esos temas es fundamental la cuestión macroeconómica, que nos excede. Puertas adentro, la tarea es seguir avanzando en el comercio por streaming, que cada vez gana más peso y lo seguirá ganando. No vendrá a reemplazar el remate por televisión, como éste no significó el final de las ferias tradicionales. Pero allí está el futuro. Sus costos son menores, la independencia de fecha es total y su llegada será mayor, sobre todo si mejora la conectividad en el país. Y el Rosgan liderará este proceso. No en vano, el remate de agosto central de la entidad, el que participan todos los consignatarios, será el primero en no ser televisado y será exclusivo por streaming. Es todo un riesgo el que tomamos. Y eso es lo que nos gusta: crecer.