El Fondo Monetario Internacional (FMI) flexibilizó la meta de acumulación de reservas, uno de los compromisos clave del acuerdo que mantiene con la Argentina y por el cual enviará USD 2.000 millones tras haber aprobado la primera revisión del programa.
A pesar de que en el último informe el organismo confirmó que el Gobierno no logró cumplir con el objetivo previsto para mediados de junio, decidió no aplicar una penalización.
Según detalló el Fondo, al 13 de junio –fecha clave de evaluación– las reservas internacionales netas se encontraban en USD 4.700 millones por debajo de cero, un nivel muy inferior al tope de USD 1.100 millones negativos que se había acordado previamente. Ante ese desvío, el Gobierno presentó un plan correctivo que incluyó nuevas estrategias para reforzar las arcas del Banco Central, entre ellas la colocación de deuda y la compra directa de divisas.
El Fondo consideró válidas esas acciones y decidió ajustar las exigencias, por lo que ahora el objetivo para fin de año ya no será superar los USD 2.400 millones positivos, sino alcanzar los USD 2.600 millones negativos.
Además del alivio en las metas, el FMI valoró el rumbo general de la política económica y destacó la implementación de medidas para recomponer la estabilidad. No obstante, subrayó la necesidad de continuar acumulando reservas y de mantener un marco fiscal y monetario estricto para garantizar la sostenibilidad del programa.
A partir de la revisión también se definió un cambio en los plazos para las evaluaciones del acuerdo, que a partir de ahora se harán cada seis meses y no cada tres.
Reformas fiscales y del sistema previsional
De cara a lo que viene, el FMI también dio algunas indicaciones. En primer lugar, dijo que el plan de ajuste fiscal tiene que continuar y que debe estar acompañado por reformas fiscales “incluso en el ámbito tributario”. A su vez, agregó que es necesario mejorar el marco monetario para contener la volatilidad de las tasas de interés. “Una mayor claridad en el régimen monetario a mediano plazo sigue siendo esencial para consolidar aún más la desinflación”, sostuvo el Fondo. En tanto, advirtió que se debe avanzar en las medidas de desregulación de la economía, y en ese sentido mencionó particularmente reformas en el ámbito laboral, mejoras en las inversiones y una reducción de impuestos a las exportaciones. En cuanto al futuro del sistema previsional, el principal gasto del presupuesto argentino, el FMI recuerda que el “compromiso” oficial del gobierno de Milei es presentar una propuesta de reforma previsional ante el Congreso antes de que finalice 2026. Según el documento, eso marcaría un punto de inflexión en la agenda económica del país. Afirma que el objeto de la iniciativa es simplificar el sistema actual y mejorar la relación entre aportes y beneficios, se inscribe en un contexto de transformaciones fiscales más amplias. Otro de los rubros en que sustenta una reducción estructural del gasto, de modo de consolidar el presupuesto y llegar a mediano plazo a superávits primarios en torno del 2% del PBI “sin sacrificar el financiamiento de áreas sociales prioritarias”, es la reducción de los subsidios energéticos a partir de la continuidad de ajuste progresivo de las tarifas de electricidad y gas para acercarlas a los costos reales de provisión y vincula esta política no solo a una mejora fiscal, sino también a acciones "para fortalecer la competencia en el mercado mayorista de electricidad". Según el organismo internacional, el objetivo es aliviar las tensiones en la cadena de pagos y evitar la acumulación de deudas entre las distribuidoras eléctricas y la empresa pública Cammesa. Se ha fijado como meta que estas mejoras en la competencia y la transparencia del sector estén implementadas antes de noviembre de 2025.