La única gran inversión industrial que accedió al programa de incentivos del gobierno nacimiento (RIGI) la anunció una empresa de capitales rosarinos instalada en la ciudad bonaerense de San Nicolás: Sidersa.
En efecto, hasta ahora las mega inversiones estuvieron concentradas en minería, energía y puertos. La única del sector “de los fierros” es la siderúrgica que, con un desembolso de 380 millones de dólares, levantará Sidersa, empresa que hasta ahora se focalizaba en agregarle valor y servicios al acero y no fabricarlo.
Es más, se trata de la primera acería que se construye en el país en los últimos 50 años, que además se anuncia como la “más eficiente, la más moderna y la más verde” que tendrá la Argentina, y que este jueves se presentó oficialmente en la planta nicoleña en un acto presidido por las autoridades de la compañía, referentes sindicales, funcionarios municipales y al que asistió Rosario3.
El anuncio de la mega inversión ocurre justo en un momento difícil para el sector de la siderurgia, cuya producción está en fuerte caída (con algunas plantas paradas y el personal suspendido, como en Acindar) por la menor demanda de acero por parte de la construcción y la industria, que están en caída, y además con la amenaza del masivo ingreso de las importaciones del acero barato chino. Y, como si fuera poco, con el impacto en los costos que le puede generar la reciente apertura de la exportación de un insumo clave: la chatarra.
Pese a ese contexto claramente adverso, Sidersa tiene la audacia de salir a tomar créditos (en bancos y en la Bolsa) y a aportar fondos propios para lanzarse a construir su propia acería. Y por eso la primera pregunta al presidente de la empresa, Hernán Spoto, es: ¿Qué están viendo para lanzarse a invertir?
“La coyuntura es la coyuntura. Nosotros invertimos pensando en décadas no en un período de gobierno. No me quiero meter en política, pero había que ordenar la macro. Ahora es tiempo de la micro. Pero lo que sí puedo decir es que no hay país desarrollado sin industria", dijo.
Y agregó: “Los momentos llegan. Las inversiones llegan cuando tienen que llegar. Tener una acería fue un sueño histórico de esta empresa fundada por mi abuelo. Y este sueño lo pudimos hacer realidad porque nunca dejamos de invertir en Argentina, con independencia de los modelos económicos".
Según contó, “este sueño lo empezamos a pensar en la pandemia. En ese momento nos empezamos a juntar con mi hermano, mi viejo y mi tío y con proveedores y empezamos a diseñar la planta siderúrgica más moderna, verde y eficiente del mundo. ¿Y por qué lo hicimos? Porque nuestros clientes nos demandaban servicios acostumbrados a la calidad de los que prestamos en Sidersa. Y por eso ahora vamos a ser la planta más diversificada del país en lo que respecta a servicios para el acero”.
Precisamente, el primer mercado a destinar la producción (acero largo de varilla y alambrón para la construcción) serán sus propios clientes. Y la idea es avanzar además en minería y oil and gas, que son las estrellas de la economía actual.
“Además, con el acero verde las oportunidades de exportación son infinitas porque el mundo necesita acero verde y pocas empresas pueden darlo a nivel mundial, y así lo haremos cuando tengamos saldo exportable, si bien para nosotros el mercado argentino es el más importante”, especificó.
¿Y la amenaza de la apertura a las importaciones chinas? “Para competir hay que invertir”, dice Spoto. Y abunda: “No le tenemos miedo a China. Podemos llegar a tener, si hace falta, precio chino, obviamente con rentabilidad muy baja. Pero le podemos competir. Pero repito: sabemos que el sector no está pasando por un buen momento. Pero son momentos coyunturales. No invertiremos por un trimestre, por un año o por un gobierno; muy lindo sería recuperar una inversión en el plazo de un gobierno. Pero no es así. Las inversiones son a largo plazo”, resaltó el presidente de la siderúrgica.
Y la confianza para hacer frente a la amenaza china o la competencia con las multis que están en ese segmento (Acindar, Gerdau) por los clientes y por insumos (como chatarra), la fundamentan en la eficiencia que les reportará tener la planta más moderna del país.
En efecto, como la nueva planta funcionará a base de chatarra reciclada, sin consumir minerales de hierro ni requerir el uso intensivo de gas natural, no sólo tendrá un menor impacto ambiental sino que además mejora el rendimiento metálico y permite fabricar sin interrupciones. “El ahorro energético es triple: menos electricidad, menos gas y menos emisiones”, agregó el director del proyecto, bautizado Sidersa +, Luis Pecora.
El ejecutivo también le bajó el precio al impacto de la liberación de exportación de chatarra dispuesta por el gobierno nacional. “En Argentina no sobra, pero habrá chatarra para todos. Y el precio, cual commoditie, está atado al acero y al mercado global. La chatarra se exporta desde EEUU y la UE, que tienen excedente, a países como China, India y Arabia. No hay corrientes comerciales en América del Sur”, tranquilizó el especialista.
Un punto clave para animarse a realizar la inversión, retomó Spoto, es que “nos ofrecieron más financiamiento del que necesitamos, tanto de bancos nacionales como de bancos extranjeros”.
Con Sidersa+, la planta saltará de 3.000 metros cuadrados productivos y 100.000 m² productivos. Sumará 350 empleos directos y 3.500 indirectos. Van por una capacidad de producción de 360 mil toneladas. Las obras ya arrancaron, con movimiento de suelos, y el objetivo es estar operativo para el primer trimestre de 2028. Solo el 30% de la inversión está en equipos importados (“los que no podíamos conseguir en el país, como la tecnología de la italiana Danieli, que es lo mejor del mundo”) mostrando una fuerte impronta industrialista.
No en vano, quisieron hacer el anuncio el día de la industria siderúrgica. “Hoy es un día histórico. El más importante en la historia de la empresas y un hito para la industria nacional. Hoy empezamos un recorrido que refuerza nuestra visión de seguir invirtiendo en innovación, servicio y calidad”, finalizó Spoto.