Muchas veces se ha comparado el impacto de la inteligencia artificial en el mundo laboral con el de la máquina de vapor en la Revolución Industrial. Y aunque ambas impulsaron transformaciones radicales en los sistemas de producción y el empleo, el alcance de la IA como fuerza disruptiva supera ampliamente a aquella tecnología, hoy vista como modesta y rudimentaria. Mientras la industrialización tardó décadas en consolidarse, la IA no solo avanza a una velocidad sin precedentes en todo el mundo simultáneamente, sino que su implementación requiere un costo mínimo en comparación a las enormes inversiones en infraestructura que exigió la era del vapor.

El año 2024 fue, sin duda, un punto de inflexión en la incorporación de la IA en el mercado laboral, con una aceleración notable respecto a años anteriores. El uso global se puede estimar entre el 25% y el 30% de los trabajadores, según estudios realizados por la Oficina Nacional de Investigación Económica de los EE.UU. y un informe sobre adopción de IA y perspectivas de empleo publicado el 21 de marzo por el Banco Central Europeo. La última encuesta de McKinsey reveló que el 78% de las organizaciones utilizan IA en al menos una función empresarial, lo que representa un aumento de más del 40% desde 2023.

Así como la Revolución Industrial transformó el mundo con humo y acero, la IA lo redefine con código y algoritmos

A diferencia de años anteriores, cuando las principales aplicaciones de la inteligencia artificial se centraban en tareas específicas o la automatización de procesos, hoy el motor principal de esta incipiente revolución no es otra que la IA generativa, una tecnología capaz de crear contenido y ayudar en procesos intelectuales de una manera más similar a la humana.

Esto está promoviendo un quiebre en una amplia gama de roles, que van desde la atención al cliente a la investigación y el desarrollo de software. Este último es uno de los campos laborales que probablemente se verá afectado más rápidamente por la IA. En una declaración de mediados de marzo de 2025, Darío Amodei, CEO de Anthropic, afirmó que “podríamos estar en 3 a 6 meses de un mundo donde la IA escriba el 90% del código, y a 12 meses de un mundo donde la IA escriba prácticamente todo el código”

Herramientas de IA generativa, en el centro del debate sobre el futuro del trabajo

Lejos de exagerar, Amodei refleja una realidad palpable respecto a las capacidades de programación de la IA generativa. En el grupo de startups de invierno de 2025 de Y Combinator, una de las aceleradoras más prestigiosas del mundo, una cuarta parte de las empresas tiene el 95% de su código generado por IA. Esto no responde a una falta de conocimientos técnicos de los fundadores, sencillamente la IA les permite generar un producto funcional en apenas días, en lugar de meses.

La inteligencia artificial no solo está impulsando cambios radicales en el desarrollo de software; sino que también está agilizando procesos en el ámbito judicial. En este contexto, recientemente se publicaron los Resultados Preliminares del Programa Piloto de Uso Estratégico y Responsable de IA Generativa en la Justicia Argentina, una iniciativa llevada adelante por el Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Buenos Aires (UBA-IALAB) y la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas y CABA (JUFEJUS).

Según Darío Amodei, CEO de Anthropic, la IA podría escribir el 90% del código en seis meses

El estudio buscaba evaluar el uso estratégico y responsable de IA generativa en la Justicia Argentina para optimizar la eficiencia y calidad de las tareas judiciales, y los resultados son tan prometedores como asombrosos. En pruebas realizadas en 11 provincias, esta tecnología logró un 90% de optimización en funciones como identificar agravios en recursos de inconstitucionalidad, reduciendo el tiempo de 25 minutos a apenas 2 minutos y 30 segundos.

Además, en labores complejas como la redacción de sentencias, la IA generativa alcanzó un 77% de eficiencia, mientras que la calidad general de los documentos mejoró un 30%. Esto no solo agiliza procesos, sino que libera tiempo para actividades que requieren de criterio humano, permitiendo a jueces y funcionarios concentrarse en análisis más profundos. El estudio también revela cómo se aplica la IA en los distintos niveles del sistema judicial: la redacción predomina en Primera Instancia, Casación y Tribunales Superiores, mientras que el análisis destaca como la tarea más frecuente en Segunda Instancia.

La inteligencia artificial ya está acelerando los procesos judiciales

Es indiscutible que la inteligencia artificial está reconfigurando el panorama laboral, y algunos análisis anticipan un desplazamiento laboral a nivel global, aunque el momento exacto y la magnitud siguen siendo objeto de debate, por no decir una incógnita. Según el informe del Foro Económico Mundial sobre el Futuro del Trabajo 2025, el 40% de los empleadores encuestados planean reducir su plantilla entre 2025 y 2030 en áreas donde la inteligencia artificial pueda automatizar tareas, abarcando sectores tan diversos como finanzas, salud y la industria manufacturera. Por su parte, Goldman Sachs estima que la IA podría afectar al equivalente a 300 millones de empleos full-time, lo que tendría un impacto brutal en el mundo del trabajo.

Esta nueva ola de IA generativa no afectará solo a trabajadores no especializados, sino más bien lo contrario, transformando roles de mayor cualificación. Según el think tank estadounidense Brookings Institution, más del 30% de todos los trabajadores podrían ver reemplazadas al menos el 50% de sus tareas por la IA generativa. A diferencia de las tecnologías de automatización anteriores, que afectaban principalmente al trabajo manual rutinario, esta tecnología modificará tareas cognitivas y no rutinarias, impactando especialmente a salarios medios y altos.

Los datos actuales sobre pérdida de empleos relacionados con la IA parecen poco relevantes, al menos en los Estados Unidos. Según un informe de la consultora de recursos humanos Challenger, Gray & Christmas de octubre de 2024, entre mayo de 2023 y septiembre de 2024 se habían perdido menos de 17.000 puestos de trabajo debido a la inteligencia artificial. Sin embargo, esta aparente contradicción entre las predicciones de desintegración laboral masiva y las pérdidas de empleos actualmente contenidas, podría simplemente reflejar la primera parte de un cambio tecnológico enorme, donde la adopción de la IA está en aumento, pero el impacto a gran escala todavía no se materializa.

La IA generativa amenaza a puestos con salarios medios y altos

Se podría hacer una analogía con la adopción de internet, treinta años atrás. Al principio, como tecnología de nicho, su crecimiento fue lento. Pero tras unos puntos clave, como la llegada de la banda ancha y computadoras cada vez más accesibles, el mundo cambió para siempre. La IA, aún en su infancia, podría estar en un momento similar, acumulando potencial para un cambio repentino y acelerado que transforme para siempre el mercado laboral.