La Dra. María Victoria Boccio, perteneciente al staff médico de PROAR (Programa de Asistencia Reproductiva de Rosario), es especialista en Uroginecología y compartió con un informe sobre diversas patologías que afectan a las mujeres en ese campo. Siendo mucho más habituales de lo que suponemos, la recomendación siempre es consultar a un especialista para ganar en calidad de vida.

Los trastornos uroginecológicos son frecuentes afectando al 40% de las mujeres que asisten a la consulta ginecológica. Problemas como la incontinencia urinaria y el prolapso vaginal alteran el día a día de las mujeres, de modo que no pueden proseguir con sus actividades cotidianas con normalidad. Desafortunadamente, a pesar de la naturaleza limitante y grave del problema, quienes padecen estos trastornos no solicitan ayuda de forma inmediata demorando, en muchos casos, años hasta decidir hacerlo. Cuando una mujer percibe que tiene fuga de orina, desarrolla conductas para reducir al mínimo su incontinencia urinaria: como restringir la ingestión de líquidos u orinar con mayor frecuencia. Estos cambios conductuales reducen la gravedad de sus síntomas pero también deterioran su calidad de vida.

Los síntomas de la disfunción urinaria varían de manera notable en las distintas personas, generando además, consecuencias físicas, psicológicas, sociales, domésticas e interpersonales. El impacto de la enfermedad sobre la mujer se modifica como consecuencia de otros factores, entre ellos: edad, raza, cultura, finalidades y experiencias personales, relaciones interpersonales, salud física y mental general y esperanza de vida.

Los trastornos del suelo pélvico engloban una amplia gama de procesos clínicos interrelacionados, que comprenden incontinencia urinaria, prolapso de órganos pélvicos, incontinencia fecal, anomalías sensitivas y del vaciamiento de las vías urinarias inferiores y disfunciones defecatorias. Una evaluación exhaustiva, en la que se incluyen la exploración física, investigaciones urodinámicas y electrofisiológicas, así como también, estudios de las vías urinarias inferiores y del suelo pélvico según proceda, resulta fundamental para conocer la anatomía y la funcionalidad. Los resultados de esta evaluación pueden orientar al médico en el tratamiento adecuado.

La incontinencia de orina se define como la manifestación de cualquier escape involuntario de orina.

El prolapso de órganos pélvicos es una afección donde la debilidad de la musculatura y el tejido conjuntivo del suelo pélvico, provocan una herniación de los órganos pélvicos hacia la luz vaginal. Entre los órganos que pueden herniarse están la vejiga, el útero, el recto, el intestino delgado y el colon.

En el campo de la cirugía en el tratamiento de la incontinencia de orina y el prolapso genital, se han efectuado numerosos avances. También ha habido avances importantes en los tratamientos conservadores pero que la mayoría de las pacientes desconoce.

El entrenamiento y ejercicio de los músculos del suelo pélvico constituyen los cimientos del tratamiento conductista de la incontinencia de orina. Kegel fue el ginecólogo encargado de popularizarlo a finales de la década del cuarenta. Con el transcurso de los años, esta intervención ha evolucionado en forma de tratamiento conductista y fisioterapia, combinando los principios de ambos campos en un tratamiento conservador de la incontinencia de esfuerzo, con una aceptación generalizada. Con frecuencia y gracias a estas técnicas, las pacientes se tranquilizan al saber que hay otras opciones terapéuticas aparte de la cirugía.

Fuente: proar.com.ar