Que el proceso de reforma constitucional sea histórico no implica que se lleve adelante sin conflicto político. Ni demoras. De hecho, la Convención Constituyente iba a iniciarse a las 10, pero recién una hora y media más tarde, 68 de los 69 convencionales comenzaron a ocupar sus lugares. Alejandra Locomotora Oliveras sufrió un ACV y su silla hoy quedará vacía. Sin reglamento aún, la vacante no se resolvió. Y es que la previa de la Constituyente estuvo marcada por las dificultades entre oficialismo y oposición para establecer las reglas de funcionamiento del cuerpo que debe reescribir la Carta Magna provincial. Aun así, los canales de diálogo entre Unidos, el peronismo y La Libertad Avanza estuvieron abiertos y activos.

Las reuniones comenzaron a primera hora de la mañana con un objetivo que para el frente oficialista era fundamental para darle legitimidad al proceso: que el PJ y los libertarios se integren a la conducción de la Convención, con la vicepresidencia primera y la vicepresidencia segunda respectivamente. Y todo indica que lo lograron: Felipe Michlig a presidencia, Diego Giuliano a la vicepresidencia primera y Marcos Peyrano a segunda; la tercera para la socialistas Daiana Gallo Ambrosis.

A las 10 de la mañana estaba fijado el arranque de la Convención Constituyente, el cuerpo que, por primera vez en 63 años, buscará actualizar la Constitución de la provincia. Con 69 convencionales elegidos por el voto popular y una ley que acotó claramente los temas a tratar, la expectativa era la de un inicio institucional ordenado y de diálogo. Pero lo cierto es que, pasado el horario de inicio, no habían llegado siquiera a acordar el reglamento. El ACV de Oliveras puso más que en evidencia las dificultades de comenzar un debate histórico sin normas: ¿quién la reemplazaría si no puede jurar?

Fueron pocas las horas de sueño. Los contactos cruzados entre los bloques continuaron hasta entrada la madrugada y se retomaron bien temprano. Los 33 convencionales de Unidos se reunieron anoche en el comité provincial de la UCR. Los 12 de Más para Santa Fe, el sector con el que busca construir los acuerdos, en la sede del PJ de calle Crespo. Intercambiaron mensajes durante todo el domingo, sin poder llegar a un acuerdo. Estaban a tres cuadras de distancia, cerca en términos espaciales, pero lejos en lo conceptual.

Un proceso histórico, un arranque trabado

 

La reforma fue habilitada por una ley que contó con mayorías especiales en ambas cámaras legislativas, lo que permitió que este proceso se inicie con una base de legitimidad y consenso político. 

Esa norma habilitó temas institucionales clave, entre ellos la posibilidad de reelección del gobernador Maximiliano Pullaro, impulsor de este proceso histórico que logró lo que sus antecesores desde el 94 impulsaron y no pudieron. La agenda incluye también límites a la reelección indefinida de los legisladores, la eliminación de fueros, la actualización de derechos de cuarta generación —como acceso a internet, ambiente sano y participación ciudadana— y, fundamental para Rosario, el reconocimiento de la autonomía municipal y la institucionalización de las áreas metropolitanas.

Pero el reglamento que debe regir el trabajo de la Convención seguía trabado. El principal punto de conflicto es cómo se aprobará el texto final de la reforma. Unidos quiere que sea por mayoría simple. Pero el PJ exige que sea por dos tercios, con el argumento que si el quórum es de 36 convencionales la mayoría simple podría llevar a que con el voto de solo 18 se apruebe la nueva Constitución. Unidos retruca que ese nivel de exigencia le daría a las minorías un poder de veto que podría ser usado como herramienta de bloqueo y extorsión. 

Acaso una salida posible sea acordar que se vote por mayoría absoluta, es decir la mitad más uno del cuerpo.

Monteverde y la comisión clave

 

A la par de la discusión por el reglamento, se suma una pulseada por las presidencias de las comisiones. El PJ exige encabezar la de autonomía y régimen municipal y propone a Juan Monteverde para ese rol. No es un nombre más: Monteverde es uno de los nombres que ya se proyectan para competir por la intendencia de Rosario en 2027. Presidir esa comisión le daría una visibilidad clave en un tema muy sensible, que incluye la discusión sobre si la Carta Orgánica de la ciudad autónoma la redactará el actual Concejo Municipal, en el que Unidos tiene mayoría, o si se espera al recambio del 10 de diciembre. Otra opción es llamar a una elección de estatuyentes. 

Está claro que Unidos no le quiere regalar esa cancha al referente de Ciudad Futura y ofreció, en cambio, la comisión de Derechos y Garantías. "Si no nos dan la comisión de Autonomía va a ser muy difícil llegar a un acuerdo", le dijo a Rosario3 un referente de Más para Santa Fe que no es justamente de los más afines a Monteverde.

Las comisiones, que concentrarán el trabajo de reescritura de los diferentes capítulos del texto constitucional, serán ocho: tres operativas y cinco temáticas.

Las operativas serán la de Labor Parlamentaria –integrada por las autoridades y los presidentes de bloque, elaborará el plan de trabajo–, la de Poderes y Reglamento –se ocupará de cuestiones disciplinarias, de validez de títulos y de interpretación normativa– y la Redactora –que tendrá a su cargo resguardar que el nuevo texto constitucional cumpla todos los requisitos jurídico-legislativos-.

Las temáticas se dividirán de la siguiente manera: una se ocupará de los artículos vinculados al funcionamiento de los poderes Ejecutivo y Legislativo, otra los referidos al Poder Judicial y el Ministerio Público de la Acusación, otra sobre régimen municipal, autonomía y áreas metropolitanas, otra de derechos y garantías y una última de participación ciudadana, servicios públicos y otros temas.

La banca de Oliveras y el final abierto

 

Con este panorama de desacuerdos y el ACV de Oliveras, hubo dudas sobre si hoy iba a poder cumplirse con todo lo que originalmente se pretendía: que los convencionales juren, se apruebe el reglamento y se conformen las comisiones para comenzar de inmediato el trabajo en comisión. Probablemente no todo se logre, pero bastante. Los negociadores de Unidos trabajaron para eso: este lunes a primera hora se reunieron con La Libertad Avanza y luego con el PJ. Los libertarios, decían en el oficialismo, estaban dispuestos a votar con algunas objeciones el reglamento. 

En ese contexto, hubo inquietud dentro de Unidos por la actitud que podría adoptar Amalia Granata. Ya había anticipado que no votaba a Michlig como presidente de la Convención y antes de ingresar a la Legislatura esta mañana confirmó que buscará la impugnación de Oliveras –"la diputada Trucha", la llamó– con el argumento de que no es santafesina ni tiene residencia real en la provincia. Habrá que ver si mantiene ahora esa posición, con Locomotora hospitalizada. Apenas se conoció la noticia de su ACV, la intención era respetar su lugar y que jure después. 

Con todo, pese a comienzo tenso y accidentado, el proceso histórico ya está en marcha. Con desacuerdos, reproches cruzados y mucho aún por resolver, sí, pero en marcha. Nada extraño en política, donde las tensiones se suelen llevar hasta el límite con el objetivo de obtener una mejor negociación.