Alicia Castro renunció como embajadora argentina en Rusia por serios desacuerdos con la política de Relaciones Exteriores que lleva adelante el presidente Alberto Fernández con su canciller Felipe Solá. La ahora ex diplomática acusó un “lamentable giro” en la política de Exteriores tras el apoyo argentino a la condena de Naciones Unidas a Venezuela por violaciones de los derechos humanos durante la gestión de Nicolás Maduro. Castro había sido designada embajadora en Rusia pero su pliego todavía no había sido plenamente aprobado.

"Quiero presentar mi renuncia como embajadora, porque no estoy de acuerdo con la actual política de Relaciones Exteriores", escribió Castro en su dura carta de renuncia, según publicó La Nación.

Ya antes de su dimisión, Castro había arremetido con dureza con Solá en las redes sociales: "La Argentina votó la resolución del Grupo de Lima condenando a Venezuela con (Jair) Bolsonaro, (Iván) Duque, (Sebastián) Piñera y (Martín) Vizcarra, en cuyos países se violan flagrantemente los derechos humanos".

"México votó con Venezuela. Un lamentable giro en nuestra política exterior", sostuvo.

De acuerdo a lo informado por la periodista Cynthia García, la carta de renuncia de Castro es un texto de cuatro hojas en el que expresa su absoluto rechazo a la votación Argentina sobre Venezuela en Naciones Unidas. Opinó que el país “podría haber optado por abstenerse”.

Castro fue embajadora argentina en Venezuela entre 2006 y 2011; y en Reino Unido, hasta 2015.

Castro explicó que en la votación de la ONU se presentaron dos resoluciones. Por un lado, la número 55 que subraya la importancia de mantener el diálogo constructivo y la cooperación con Venezuela y exhorta al gobierno a que aplique las recomendaciones de la Alta Comisionada Michelle Bachelet. Propuesta votada por México, entre otros países.

Y por otro lado, la resolución 43, promovida por el Grupo Lima, que condena enérgicamente a Venezuela por violaciones a los derechos humanos “en consonancia con las expresiones de la oposición que promueve la franca injerencia en los asuntos internos”.

Argentina podría haber optado por abstenerse, en todo caso, si no quería comprometerse con ninguna de las dos Resoluciones (…) Pero en cambio, votó con los países europeos que reconocen al autoproclamado Guaidó como presidente sin un voto, modalidad que pone en riesgo a las democracias de América Latina”, sentenció Castro.

Y agregó: “Argentina votó junto al Reino Unido, cuando Venezuela ha sido aliada constante y ejemplar de la República Argentina en nuestra lucha por la soberanía en Malvinas”.