“Queridos pibes chorros: Les pido disculpas, pero ya no voy a poder comprar otra tele porque llegué al límite de cuotas permitidas. Por eso ni se gasten en forzar puertas y ventanas… que ya no hay más nada. Igual, les agradezco porque tengo un par de libros que me esperan para leer”. Así empieza la carta que Verónica les escribió a los delincuentes que entraron a robar a su casa en Villa Elisa, Buenos Aires, el sábado pasado. No es la primera vez que ingresan a la vivienda y la desvalijan.

Docente de doble turno de una escuela y madre de una niña, la mujer contó en diálogo con A Diario (Radio 2) la historia detrás de la viralización de su mensaje. “Nunca imaginé esta repercusión. Mi idea era poner un afiche en casa, bien de maestra, pero pensé en la lluvia. Entonces escribí esta carta que subí a Facebook y mandé a algunos contactos por Whatsapp y se viralizó. Pienso que es por lo simple de la carta, el vocabulario es simple. Es decir ey! Nos roban a las personas simples, la pasamos mal y no tenemos ayuda”, señaló y remarcó: “Acá estamos los simples, a también nos pasan cosas”.

La carta de Verónica sigue así: “Lo que me puso en duda fue si perdonarlos o no por el temblequeo intenso de las piernas de mi hija apenas llegamos y vimos la "escena". ¿Y saben qué? ¡Los perdono! Porque hoy a la mañana se levantó cantando una canción de una serie que miraba… que dice algo así como: "…sé que no existe el miedo si no dejo de intentar…". ¿Será su inconsciente que estuvo trabajando toda la noche? No sé, pero comprendí que ella entendió todo.

Y bueno, para terminar, les dejo una frase de una peli re linda que quisiera que tengan presente y que la usen en momentos de tristeza, cuando se sientan desahuciados ...como ahora yo: "La vida a veces duele, a veces cansa, a vece hiere. Ésta no es perfecta, no es coherente, no es fácil, no es eterna, pero a pesar de todo, ¡LA VIDA ES BELLA!”.

PD: Algún día también pasen a tomar unos mates, total ya saben cuándo no estoy y conocen mi casa mejor que yo”.

“Es como haberles dicho che ponete las pilas que ya no tenga nada. No me robés más porque no puedo comprarme nada más”, explicó sobre su mensaje. “Soy docente, no tengo mucho pero no me dejaron nada, dejaron todo revuelto y fue doloroso ver eso y a mi hija llorando”, contó.