El fútbol argentino transita un momento histórico. Son horas en que los últimos campeones del mundo empiezan a pegar la vuelta para jugar en los clubes en los que nacieron o para reencontrar ese cariño que en Europa no se consigue. 

Por eso, Claudio "Chiqui" Tapia saca pecho. El presidente que ya se había pronunciado agradecido por esos regresos. Pero este sábado el mandatario del futbol nacional decidió viajar a Rosario para ver en persona a Ángel Di María. 

A primera hora de la tarde, Tapia llegó al aeropuerto rosarino e iba derecho al Gigante de Arroyito. 

Seguramente, advertidos de la situación, los dirigentes canallas lo esperaban con los brazos abiertos, e incluso una bandera de agradecimiento.