El aloe vera es uno de esos ingredientes naturales que nunca pasan de moda. Si bien muchas personas lo asocian principalmente al cuidado de la piel, lo cierto es que también cumple un rol fundamental en las rutinas capilares. Ya sea en formato de gel, en mascarillas o incluso en algunos shampoos, el aloe ayuda a hidratar, regenerar y mejorar el estado general del pelo.

Una de las principales ventajas del aloe vera es su capacidad para aportar hidratación sin dejar el cabello pesado ni graso. Esto lo convierte en un aliado ideal para quienes tienen el pelo seco o dañado por tinturas, alisados o exposición al sol y al viento. Además, contiene vitaminas A, C y E, que colaboran en el proceso de regeneración celular, ayudando a fortalecer las fibras capilares.
Otro beneficio poco conocido es su poder seborregulador: el aloe vera puede calmar el cuero cabelludo sensible y controlar el exceso de oleosidad, sin agredir ni resecar. Por eso es útil tanto para quienes sufren de picazón o caspa, como para quienes buscan espaciar los lavados.

Usarlo en casa es muy sencillo. Solo hace falta cortar una hoja de aloe, extraer el gel interior y aplicarlo directamente sobre el cuero cabelludo y el largo del cabello, dejando actuar entre 15 y 20 minutos antes de enjuagar. También se puede mezclar con otros ingredientes naturales, como aceite de coco o miel, para potenciar sus efectos.
El aloe vera es, sin dudas, un recurso económico, natural y eficaz para quienes buscan mejorar la salud del cabello sin recurrir a productos químicos. Una costumbre beauty que vuelve a ganar protagonismo.