La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) dio a conocer este jueves la sanción que deberá cumplir el DT Gustavo Costas tras su fuerte reacción contra el árbitro Nicolás Lamolina en el partido entre Racing y Barracas Central.

El entrenador, expulsado durante el segundo tiempo, fue suspendido por una fecha. Sin embargo, podrá eludir la inhabilitación si abona una multa de $483.000, según informó el Tribunal de Disciplina. De esa manera, quedaría habilitado para dirigir el próximo domingo frente a Belgrano en Córdoba.

El cruce con Lamolina se produjo en el debut de la Academia en el Torneo Clausura 2025, encuentro que terminó en derrota 1-0 y estuvo marcado por la polémica. Costas incluso amagó con retirar a sus jugadores del campo de juego.

Capacitación obligatoria y sanción económica al club

 

Además de la suspensión o multa, Costas deberá cumplir con una instancia de formación vinculada a su rol profesional. Podrá optar entre talleres sobre ética deportiva, liderazgo emocional, prevención de conductas inapropiadas o participación en actividades institucionales de concientización.

Sus hijos y asistentes técnicos, Gonzalo y Federico Costas, recibieron el mismo castigo en cuanto a fechas, aunque sin la obligación de asistir a estas capacitaciones.

Por otra parte, Racing Club fue sancionado con una multa de 6,9 millones de pesos, tras la aplicación del artículo 7 del Código Disciplinario por los incidentes del pasado sábado en el estadio Presidente Perón.

Una resolución que generó controversia

 

La sanción fue calificada por muchos como inusual, tanto por la posibilidad de evitar la suspensión con el pago de una suma económica como por la inclusión de actividades formativas para el entrenador.

De acuerdo con la información de la agencia Noticias Argentinas, Costas inicialmente enfrentaba la posibilidad de hasta cuatro fechas de suspensión, una sanción que finalmente quedó reducida a una instancia menos severa.

El caso reaviva el debate sobre los criterios del Tribunal de Disciplina en situaciones de conflicto entre entrenadores y árbitros, y suma otro capítulo tenso en el vínculo entre Racing y los jueces del fútbol argentino.