El mundo de los cripto activos y la tecnología blockchain le permite a usuarios de todo el mundo digitalizar y vender obras de arte, tarjetas coleccionables y diseños de todo tipo. En medio del boom de esta innovadora posibilidad, no deja de haber casos que sosprenden por lo llamativos que son, y el de Benyamin Ahmed es un buen ejemplo de esto.

El niño de tan solo 12 años, nacido en Londres, aprendió a programar de manera autodidacta cuando tenía cinco y lanzó su propia colección de NFT, con la que ganó 160.000 dólares en 24 horas.

Todas las "ballenas raras" se vendieron en tan solo nueve horas.

Weird Whales es el nombre de su proyecto NFT, que consiste en 3.350 ballenas pixeladas con distintas variaciones generadas con programación. Una ballena puede ser verde, llevar gorro de vikingo y fumar pipa mientras que la de al lado puede llevar una babosa en la cabeza y tener los ojos rojos. 

Cada una de estas ballenas podía ser comprada de forma aleatoria por 0,02 Ethereum (aproximadamente 40 dólares). Todas las "ballenas raras" se vendieron en tan solo nueve horas, y el proyecto se viralizó entre los usuarios del ecosistema criptográfico. 

El niño, sorprendido, explicó por qué decidió crear su propia colección de dibujos de ballenas digitales: "Creé mi primera colección NFT solo para divertirme un poco. Luego, me interesé más en ellos cuando The Bored Ape Yacht Club (una colección NFT limitada en la que cada token funciona como una membresía a un club) y otros proyectos de avatar comenzaron a llegar".

Junto a su padre, que también es desarrollador, Ahmed programó los NFT y se lanzó al mercado.

"En la primera tanda, mi hijo no vendió ni uno. No quería que estuviera descorazonado. Pero gracias a Twitter, las personas comenzaron a difundir el proyecto y le compraron todas sus ballenas digitales", relató Imran, el padre del jovencito.

Algunos de los diseños se aplicaron digitalmente en zapatillas.

Weird Whales se viralizó en Twitter después de que se descubriera que su creador era un emprendedor de 12 años. "Las ballenas extrañas de alguna manera explotaron. Lo hice como una prueba, pero de alguna manera se volvió viral", dijo el niño de 12 años.

La siguiente meta de Ahmed, según afirmó, es ayudar a otros a seguir sus pasos: "Lo he encontrado interesante. Y eso demuestra que nunca se es demasiado joven como para hacer algo. Ya he conocido a gente de mi edad con gustos e inquietudes similares gracias a esto y quiero ayudarles a completar sus sueños".