Tres jóvenes fueron acusados como posibles autores de la brutal entradera que sufrió hace diez días un jubilado de 74 años en Funes. Los imputados fueron detenidos días atrás en allanamientos encabezados por la Policía de Investigaciones.
Sin embargo, pese a la gravedad del hecho, las evidencias presentadas por la fiscal Verónica Ballari no fueron contundentes, y en medio de una fuerte crítica a la presentación del caso, el juez Gonzalo López Quintana dispuso apenas 15 días de prisión preventiva para dos de los involucrados como coautores, mientras que el tercero recuperó la libertad.
El viernes en el Centro de Justicia Penal la fiscal Verónica Ballari relató que, a las 3 de la madrugada del 21 de marzo de 2025, Valentín A. y Bruno B. irrumpieron “de manera organizada” en un domicilio de la calle General López al 1700, donde vive la víctima, un hombre de 74 años que se encontraba durmiendo.
En el interior, uno de los atacantes con el rostro cubierto comenzó a exigirle dinero en dólares. Acorralado, el hombre entregó 80 mil pesos en efectivo, pero las agresiones continuaron, según detalló la fiscal.
Con una cuchilla, los intrusos golpearon con ensañamiento al damnificado, provocándole múltiples lesiones, entre ellas fracturas costales izquierdas múltiples, hemoneumotórax izquierdo con colapso pulmonar grado tres, heridas cortantes en miembros superiores y traumatismos contusos en rostro, tórax y extremidades que pusieron en peligro la vida de la víctima.
Luego, los agresores lo ataron de pies y manos, le provocaron más cortes con la cuchilla y revolvieron la vivienda en busca de más pertenencias. Finalmente, sustrajeron un celular Samsung SA10, una notebook Evoo y dos relojes, dejando a la víctima atada y amordazada en el baño, dice la acusación.
Horas más tarde, alrededor de las 8 de la mañana, un empleado de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) escuchó los gritos de auxilio y dio aviso al 911.
El 26 de marzo, tras tareas investigativas, personal de la Brigada Operativa de la PDI aprehendió a Valentín A. y Bruno B. en la calle Dellarolle al 7700, en la zona más tradicional de Fisherton. Otro allanamiento tuvo lugar en Las Américas al 5100, de Funes, donde se incautó ropa.
En cuanto al tercer imputado, Juan M., la fiscal sostuvo que registros fílmicos proporcionados por la Central de Monitoreo lo ubicaron al mando de una Renault Kangoo circulando por el centro de Funes durante la madrugada del hecho.
A la 1.27, Juan M. y tres acompañantes —entre ellos sus dos consortes de causa— hicieron una parada en un autoservicio en Ruta 9 y Suipacha. Luego, a la 1.39, estacionaron en Tomás de la Torre al 1700, frente a la sede descentralizada de la Fiscalía de Funes. Allí, según la fiscal, Juan M. entregó ropa a Valentín A., quien se la colocó, mientras que Bruno B. se quitó una remera de color claro.
A las 2.45, la Renault Kangoo se retiró del lugar y, a las 2.48, las cámaras registraron a dos personas, que la Fiscalía identificó como Valentín A. y Bruno B., caminando por Tomás de la Torre y Elorza en dirección al domicilio de la víctima.
Para la fiscal Ballari, Juan M. tuvo un rol clave en la coordinación y apoyo logístico del ataque, proporcionándoles transporte a los coautores y facilitando el cambio de vestimenta para ocultar sus identidades.
El viernes, ante el juez López Quintana, la fiscal pidió el plazo máximo de prisión preventiva para los tres sospechosos, dado la gravedad del hecho, calificado como robo doblemente calificado por la gravedad de las lesiones causadas y por el uso de arma blanca, en concurso real con privación coactiva de la libertad agravada por ser la víctima mayor de 70 años y haber sufrido lesiones graves.
Al resolver, el juez hizo una larga explicación de por qué la investigación estaba mal presentada y dictó prisión preventiva efectiva para los presuntos coautores hasta el 16 de abril, mientras que el presunto conductor de la Kangoo —señalado como partícipe primario— quedó en libertad con la obligación de firmar semanalmente.