Una casa de barrio Plata fue atacada a tiros en la madrugada de este viernes, cuando gatilleros abrieron fuego desde un vehículo. Se trata de una propiedad de familiares de Lucas y Flavio Petrovelli, dos hermanos que están presos e imputados desde el año pasado por volcar armas al mercado negro de armas de Rosario.
La balacera tuvo lugar pasada la 1 y no hubo personas lesionadas. Los peritos forenses que trabajaron en la escena incautaron diez vainas servidas calibre 9 milímetros, de las cuales seis estaban en la parte externa del domicilio y las otras cuatro en el interior.
Los agentes que fueron al lugar constataron siete impactos de bala en el portón del inmueble y al entrevistar a las víctimas conocieron que era una casa de familiares de dos reclusos que actualmente están alojados en la cárcel de Piñero.
En una investigación que impulsaron los fiscales Gastón Ávila y Carla Cerliani el año pasado, y que tuvo como consecuencia una importante audiencia imputativa a finales de diciembre, se detectó el funcionamiento de una presunta organización que tenía un aceitado sistema para meter armas de fuego en el circuito ilegal de la ciudad.
En la causa se pudo determinar que, en algunos casos, los presuntos integrantes le vendieron armamento y cartuchos de diferentes calibres a la presunta banda narco liderada por Uriel Luciano “Lucho” Cantero, hijo del asesinado Claudio “Pájaro” Cantero y actual jefe de la tercera generación de Los Monos, que está preso en Marcos Paz.
Para Ávila y Cerliani, el presunto jefe de la organización fue Lucas Petrovelli. Debajo suyo estaban Javier Alberto Hernández, encargado de ventas de la armería Bordoni de la zona sur de Rosario; Mauricio Lo Giudice, hijo de la dueña de la armería; el psiquiatra Marcelo Lemoine; el instructor de tiro Paulo Fedeli; el testaferro Marcelo Godoy; Rodrigo Sinsing, encargado de la captación de nuevos prestanombres; y Flavio Petrovelli, hermano del principal investigado.
El presunto líder de la estructura, Lucas Petrovelli, era legítimo usuario registrado ante la Agencia Nacional de Materiales Controlados. Según los datos del sistema, en los últimos tres años adquirió 43 armas de fuego por casi 30 mil dólares –cuyo valor de reventa al mercado negro se presume que se duplica–. Trece de esas armas fueron conseguidas en la armería Bordoni, donde también compró 7.450 cartuchos de distintos calibres por 6.631.000 pesos, a valores de octubre del año pasado.
Flavio Petrovelli, el hermano del presunto líder, es quien ofició de nexo con la organización del presunto jefe de la tercera generación de Los Monos, según se desprende del legajo. Puntualmente, a través de Agustín “Kaki” Varela, que está sindicado de formar parte de esa organización. “La maniobra la hizo con al menos 24 armas de fuego, de las cuales, 17, eran pistolas semiautomáticas calibre 9 milímetros, cuatro eran pistolas semiautomáticas calibre .380, dos calibre .40 y otra calibre .45. De todas esas adquisiciones, ocho se hicieron en la armería Bordoni”, resaltó Ávila.