Lionel Messi se alojó durante tres días junto a su familia en un nuevo hospedaje en Buenos Aires. Aunque el futbolista rosarino suele quedarse en su casa del barrio cerrado Kentucky, en el predio de la AFA en Ezeiza o en su penthouse de 400 metros cuadrados ubicado en Puerto Madero, en esta ocasión decidió optar por otra alternativa.

El capitán de la selección argentina llegó a la Argentina el lunes 20 de marzo a bordo de un avión privado junto a su mujer, Antonella Roccuzzo, y sus tres hijos, Thiago, Ciro y Mateo.

Durante las tres primeras noches, durmió en el departamento Puerto Madero y en la concentración de Ezeiza. Luego, el jueves 23, Antonella Roccuzzo llegó a La Isla, el barrio más exclusivo de Nordelta. Unos amigos de la familia le recomendaron una imponente propiedad de estilo francés de 1.300 metros cuadrados cubiertos sobre un lote de 5.000 metros con 160 metros de costa sobre la laguna.

La casa tiene 6 dormitorios en suite, cine privado y una piscina de 25 metros.

La casa tiene 6 dormitorios en suite, gimnasio, bodega, sala de juegos, cine privado, una piscina de 25 metros, enormes galerías y un gran deck sobre el lago. Además de las seguridad propia de Nordelta y de La Isla en particular, dispone también de un sistema de seguridad con cámaras.

El parque cuenta con más de 50 árboles de diferentes especies, entre los que se destacan tipas de 14 metros de altura, palmeras, jacarandás y taxodium.

Messi se quedó en la mansión durante tres noches junto a su familia.

Los Messi-Roccuzzo se quedaron en la casa en La Isla desde el jueves 23, el día del partido entre Argentina y Panamá y la primera gran fiesta de los Campeones del mundo, hasta el sábado 25 de marzo.

La imponente mansión en la que se quedó Messi