El torneo Clausura de la Liga Profesional camina hacia su primer cuarto de desarrollo de la fase regular y hasta aquí resulta complejo encontrar muchas diferencias entre Newell’s y Central. Las comparaciones siempre son odiosas, pero de eso se nutren, de eso se alimentan. Más allá de que se repelen cuantas veces pueden, se necesitan el uno al otro.

Primeras disquisiciones.

Son dos equipos, por ahora, de diferentes potencialidades, pero en el primer trayecto del torneo, los separa apenas un punto. Claro, la tabla general sí marca distancias que probablemente no tengan muchas modificaciones de aquí al final de la fase regular.

Hoy Central es una de las niñas bonitas del campeonato y Newell’s, un equipo en formación, pero los dos padecen inconvenientes similares en la generación de juego, por ejemplo.

Di María, Malcorra y Véliz, responsables del ataque canalla

Está claro que el clásico de la sexta fecha partirá este intento de análisis apresurado en un antes y un después, tan cierto como que hasta aquí están bastante parejos: no juegan bien.

Les cuesta mucho hacerse dueños del desarrollo de sus partidos y suelen ser sometidos, sobre todo en el caso de Central, a las estrategias de los rivales.

Porque el equipo de Holan tiene a Di María y los rivales saben cómo controlarlo. A veces pueden, a veces no.

Sin Malcorra en estado de gracia, el juego canalla no fluye demasiado y se termina repitiendo en intentos que son, generalmente, fácilmente repelidos por los rivales.

En Newell’s, el tándem Banega-Maroni es el dueño de la pelota, pero son nombres propios conocidos en el fútbol argentino y hacia ellos confluyen los esquemas rivales y el equipo de Fabbiani se transforma en lento y previsible. Otro apunte: Newell’s debe adelantarse en el campo de juego. La obsesión por quedar compensado en el fondo, muchas veces lo transforma en un equipo defensivo que pasa más tiempo corriendo detrás de la pelota que teniéndola. A pesar de las limitaciones del mercado y la coyuntura, sus aspiraciones deben estar a la altura del tamaño del club. Para Riestra está muy bien, para Newell’s, no.

Pipa Benedetto todavía no pudo debutar en Newell's

Jugar para Di María es una tentación que sus compañeros deben manejar. Hacer uso y abuso de las condiciones de Ángel deben ser parte de la estrategia de un equipo que tiene mucho nombre dentro del campo de juego, pero juega poco. Quizás, un cambio de esquema allane el camino hacia un equipo más protagonista, a la altura de su potencialidad, de sus pergaminos.

La realidad en la tabla general los separa drásticamente, pero esa historia está mucho más vinculada al torneo pasado que a este.

En el Clausura, aunque van sólo tres fechas, se parecen mucho más de lo que podía imaginarse.

Los dos deben mejorar.