Mientras el papa Francisco se recuperaba de una enfermedad respiratoria en su residencia de Santa Marta del Vaticano, sobrevino un ictus. Desde Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, certificaron su muerte adjudicando esta causa. Pero, ¿qué es un ictus?

Ictus

El ictus, como el padecido por el papa, es un accidente cerebrovascular, un trastorno brusco de la circulación cerebral que altera la función de una determinada región del cerebro. Puede producirse por una disminución importante de flujo sanguíneo que recibe una parte del cerebro, o por la hemorragia originada por la rotura de un vaso cerebral.

En el primer caso se trata de un ictus isquémico, se trata de los ictus más frecuentes (hasta el 85% del total) y su consecuencia final es el infarto cerebral: situación irreversible que lleva a la muerte a las células cerebrales afectadas por la falta de aporte de oxígeno y nutrientes transportados por la sangre.

En el segundo caso es un ictus hemorrágicos: menos frecuente, pero su mortalidad es considerablemente mayor.

Factores de riesgo

Si bien existen factores que no pueden prevenirse, otros sí logran hacerlo mediante la adopción de hábitos de vida saludables:

-Edad: el riesgo de padecer un ictus crece de forma importante a partir de los 60 años.

-Género: en general, hasta edades avanzadas, el ictus se da más entre los hombres que entre las mujeres, aunque la mortalidad es mayor en ellas.

-Haber sufrido un ictus con anterioridad.

-Hipertensión arterial.

-Padecer enfermedades cardiacas como angina de pecho o infarto de miocardio.

Prevención

En pos de prevenir factores evitables, los profesionales recomiendan:

-No fumar, ni beber alcohol.

-Controlar el colesterol y por tanto los niveles elevados de grasas en sangre.

-Hacer ejercicio de forma regular huyendo de la vida sedentaria.

-Obesidad y sobrepeso.

-Estrés y ansiedad.

Señales de alarma

Es clave acudir cuanto antes a un centro médico. El llamado "Código Ictus" es un procedimiento de actuación sanitaria prehospitalaria que se basa en el reconocimiento precoz de signos y síntomas en pos de priorizar el traslado y cuidados del paciente para que reciba el tratamiento acorde lo antes posible.

-Dolor intenso de cabeza.

-Visión afectada en uno o los dos ojos.

-Dificultad a la hora de hablar y entender.

-Pérdida brusca del equilibrio.

-Pérdida de fuerza en manos, brazos y piernas, generalmente de un lado del cuerpo.

Tratamiento

Según si se trata de un ictus isquémico o hemorrágico, los tratamientos son diferentes aunque ambos buscan recuperar la reperfusión vascular por medio de trombolisis o trombectomía. En algunos casos también se recurre a cirugía.

Entre un 40% y un 60% de los pacientes que sobreviven a un ictus quedan con algún tipo de secuela. Recibir rehabilitación es imprescindible para recuperarse.

Fuente: EFE.