Un nuevo estudio oriundo de España y publicado en Environmental Health Perspectives propone un nuevo modelo para mejorar el análisis de concentración de metales en las uñas de los pies, las cuales pueden actuar como marcadores de exposición dietética y ambiental tanto a mediano como a largo plazo.
Por lo general, quienes se exponen a metales tóxicos y no tóxicos a través del aire, agua, alimentos o entorno laboral, no son conscientes de ello. Y, algunos metales como el arsénico, cadmio, plomo y mercurio, resultan tóxicos.
Según la concentración de los mismos y el tiempo de exposición a ellos, esto puede relacionarse con el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares o cáncer. En este aspecto, la ciencia recomienda estudios epidemiológicos para conocer el grado de exposición humana a los metales y valorar estos riesgos.
Una de las maneras de arribar a estos resultados es mediante las uñas de los pies. Las mismas resultan biomarcadores para usar en estudios epidemiológicos para evaluar la exposición del cuerpo a metales. Al tardar en crecer, recogen exposiciones que ocurrieron en el pasado. Y, además, su obtención es indolora y son sencillas de almacenar.
El nuevo estudio
A raíz de que las técnicas usadas cotidianamente para medir niveles de metales no son siempre exactas, lo que compromete la fiabilidad por errores sistemáticos y aleatorios, el nuevo estudio propone un nuevo enfoque para calibrar las concentraciones de metales en uñas de pies, teniendo en cuenta la heterogeneidad en tamaños de muestras y variabilidad entre lotes.
Esta metodología, denominada COMET (por su acrónimo en inglés "COrrected METals"), consiste en un modelo matemático que facilita las concentraciones de metales que se habrían observado si las muestras de uñas hubiesen sido del mismo tamaño y se hubiesen analizado en un solo lote.
La nueva metodología fue probada en un estudio multicaso-control español, donde se analizaron las determinaciones de 16 metales en cerca de 8.000 personas (más de 4000 pacientes con distintos tipos de cáncer y más de 3000 controles poblacionales libres de la enfermedad).
Los resultados señalan que el nuevo modelo propuesto permite analizar las concentraciones de metales en las uñas de los pies en función de la heterogeneidad de la masa de la muestra y la variabilidad entre lotes, por lo que puede mejorar los estudios de estos biomarcadores en la evaluación de posibles riesgos para la salud tras exposición a metales.
Los autores de esta metodología señalan que la misma podría también aplicarse a otras muestras biológicas de tamaño heterogéneo, siendo útil para otras técnicas de laboratorio y diferentes diseños de estudios epidemiológicos.
Fuente: SINC.