En línea con la Ley N" 4.135, la Ciudad de Buenos Aires estableció la Semana de la Concientización para la Prevención de la Contaminación Auditiva, del 7 al 13 de abril. Estas acciones, a su vez, invitan a ser replicadas en distintos puntos del país.

Desde allí explicaron que "el ruido ambiental externo causado por el tráfico vehicular, las construcciones cercanas y las estaciones de tren y el ruido propio de las actividades escolares, provocado por las conversaciones de alto volumen en los pasillos y aulas, los gritos y juegos en los recreos, el desplazamiento de sillas y mesas, los timbres escolares, o las actividades deportivas o musicales", puede ser fuente de contaminación auditiva, con altos impactos ambientales y educativos para la comunidad educativa.

Por otra parte, explicaron que un niño en el aula deseando participar, sin poder seguir el ritmo de la conversación, no solo se siente aislado sino que también pierde la oportunidad de aprender habilidades sociales esenciales, como empatía y colaboración. A su vez, la falta de interacción puede llevar a problemas socioemocionales que podrían detectarse precozmente.

Por este motivo, la campaña se centra en realizar acciones de concientización, difusión y prevención de la contaminación auditiva, sobre todo en salud infantil y con gran impacto ambiental. "Un entorno que promueva la salud auditiva empodera a los niños, les da voz y les permite desarrollarse plenamente", explicaron.

Según recomendaciones de organismos internacionales, es clave realizar en forma anual un control auditivo en niños en pos de detectar y abordar tempranamente cualquier dificultad. La identificación e intervención oportunas pueden reducir el impacto en el desarrollo del lenguaje y el rendimiento académico.

A través de datos del Ministerio de Salud de la Nación (2010), se estima que los problemas de audición o hipoacusia son de 1 a 3 por cada 1000 nacimientos, con gran prevalencia de problemas de audición en la primera infancia. Se estima que un niño derivado a la consulta médica por su dificultad auditiva, mejora en amplias proporciones sus niveles de atención, concentración y corrección de dificultades simples del habla.

Asimismo, algunas sugerencias de mitigación del ruido en las escuelas giran en torno al uso de materiales acústicos en paredes y techos, la colocación de topes de goma en sillas y mesas, la reorganización de horarios para minimizar la superposición de actividades ruidosas, la difusión y concienciación sobre el impacto del ruido en las actividades diarias, y la creación de espacios de descanso con menor contaminación acústica.

Fuente: NA.