Como un anticipo de las calientes discusiones que se vendrán en los próximos meses para modificar la Constitución de Santa Fe después de más de 60 años, el acto de juramento de los convencionales constituyentes tuvo su primer momento de tensión entre oficialismo y oposición, a partir de los nombres que cada sector eligió para invocar.
La polémica se encendió en el recinto de la Legislatura santafesina cuando el gobernador de la provincia y convencional por el oficialismo de Unidos, Maximiliano Pullaro, juró “por Dios, la Patria y la memoria de Raúl Alfonsín”, fórmula que también usó la convencional radical Victoria Tejeda.
Al escuchar la jura del gobernador, la peronista Lucila De Ponti elevó la voz porque, según señaló, desde la organización le habían indicado que no se permitía incorporar expresiones simbólicas al momento de jurar. Dijo que se les había "negado a varios convencionales incluir referencias personales o políticas", y acusó a Unidos para Cambiar Santa Fe de "convertir el acto en partidario".
Luego, De Ponti tomó el micrófono y juró diciendo: “Por el pueblo santafesino, por la memoria de Juan Domingo y Eva Perón, sí, juro”.
El cruce marcó el primer contrapunto simbólico del proceso, en una jornada que estuvo atravesada por las diferencias entre bloques desde antes de la apertura formal.
Luego de ese primer cortocircuito por la jura, se eligieron las autoridades de la convención, no sin antes producirse discursos muy duros como por ejemplo el de la rosarina Amalia Granata. Y luego se pasó a un cuarto intermedio de tres horas para acordar el reglamento, que ya fue ingresado.