El exrugbier Marcos Díaz (42) fue indagado este lunes luego de haber sido detenido el fin de semana en una finca rural de Strobel, en la provincia de Entre Ríos, donde pasó más de tres años prófugo. Se lo investiga como valijero y cambista de una organización narco comandada por el traficante peruano Julio Andrés Rodríguez Granthon, quien ya fue condenado junto al financista Gustavo Shanahan en el marco de un emblemático expediente que vinculó la venta de droga en la periferia de Rosario con cuevas financieras en la city rosarina.

Díaz supo integrar el seleccionado de la Unión de Rugby del Oeste de Buenos Aires (Uroba) y jugar en clubes de Rosario, ciudad en la que quedó involucrado en octubre de 2021 en una investigación federal que lo ubicó como integrante de una banda narco, la cual ya fue juzgada a fines de 2023. El expediente tuvo el nombre informal de “Cuevas Blancas”. Granthon recibió 10 años de prisión (su tercera condena por narcotráfico), mientras que el ex titular de la Terminal Puerto Rosario (TPR), Shanahan, fue condenado a siete años.

La investigación comenzó con la vigilancia a un búnker de Villa Banana y se precipitó luego de que un efectivo de la División Antidrogas de la Policía Federal de Rosario, que trabajaba como agente encubierto, fuera atacado a balazos por "soldaditos" el 7 de octubre de 2021 en inmediaciones de Valparaíso al 2600.

Los operativos de "Cuevas Blancas" se realizaron una semana después de ese incidente en Rosario y en la ciudad y provincia de Buenos Aires. Según la Fiscalía, la organización criminal operaba en Villa Banana, tenía bases rotativas en departamentos de alquiler temporario y realizaba el cambio de moneda en cuevas de España al 889 –la cueva de Shanahan, de donde la Policía Federal secuestró 34 millones de pesos y 30 mil dólares– y Ovidio Lagos al 426, donde funcionaba la mesa de dinero del rugbier Díaz.

Además, la PFA incautó 4,5 kilos de cocaína, prensas neumáticas, elementos usados para estirar la droga previo a su comercialización, siete pistolas, un revólver, escopetas, una carabina y cerca de 2.500 municiones de distintos calibres, junto con atomizadores, moldes, balanzas, computadoras, teléfonos celulares, máquinas contadoras de billetes y demás elementos y documentación de interés para la causa.

Según el expediente que instruye el juez federal Marcelo Bailaque, la organización estaba conformada por distintas personas con roles específicos. Algunos se encargaban de la elaboración, fraccionamiento y comercialización de la droga, mientras que otros gestionaban importantes sumas de dinero en el mercado de divisas para adquirir dólares con los que reponer los estupefacientes.

Este lunes, Díaz prefirió guardar silencio ante el juez, quien le leyó los cargos en su contra: “Haber conformado una organización criminal integrada por Rodríguez Granthon, Facundo Pérez –en carácter de organizadores–; Gustavo Shanahan, Bruno Ayala, Ariana Gómez, Lucía Alonso, Alexis Manzo, Román González –en distintos grados de intervención–, Alexis Pérez, Gustavo Báez Aguilar, Richard Galeano Vázquez y Alfonso Sciortino –en los eslabones inferiores–, entre otras personas, dedicada primordialmente al tráfico ilícito de sustancias estupefacientes, así como a otras actividades delictivas vinculadas con la disposición permanente de armas de fuego y el manejo del dinero obtenido como ganancia, en pos de mantener vigente la estructura delictiva, desde abril de 2021 hasta octubre de 2021”.