El campeonato de la Liga Profesional traspasó la octava fecha, algo más del 25 por ciento de su desarrollo, y los equipos de la ciudad parecen haber acomodado sus rumbos. Al menos, la última puesta en escena de ambos fue lo mejor que expusieron en un torneo que ya tiene a su principal candidato en la cima.

Newell’s sometió a San Lorenzo, hasta el inicio de la octava fecha líder de la competencia, con meridiana claridad. Y Central subió la vara muchísimo tras tocar fondo, no en el resultado, frente a Unión. En un escenario siempre hostil, el equipo de Russo necesitó apenas 45 minutos para cerrar su partido frente a un rival que llegaba muy golpeado tras la eliminación en la Copa Libertadores a manos de Sporting Cristal.

“Entrenamos esto, los chicos lo hicieron muy bien. Estoy contento por los chicos y por nuestra gente. Sabemos por dónde vamos y qué queremos. Nosotros no vinimos sólo a ganar, buscamos otras cosas que estamos tratando de conseguir. No es fácil jugar contra un equipo tan bien trabajado. Se arriesgó mucho y lo hicieron bien”, se explayó Heinze tras el partido con una clara muestra de satisfacción, la misma que muestra después de cada partido, pero esta vez con un correlato en el rendimiento del equipo.

“Es mérito de los chicos que venían sufriendo mucho. Pasamos algunos contratiempos. Hubo partidos en los que cometimos errores que son fáciles de evitar. Todo esto es aprendizaje. Todo el mundo pide rapidez y yo soy el que más paciencia tiene”, aclaró Russo bastante aliviado tras la victoria, pero fundamentalmente por el rendimiento del equipo, muy por encima de los partidos anteriores. 

Ahora está el parate por los partidos de la selección, un tiempo necesario y muy útil para profundizar conceptos y cementar aún más el rendimiento.

Para Russo será el décimo clásico desde el banco de suplentes; para Heinze el primero desde ese lugar

El próximo viernes 31 llegará el cruce con los equipos de La Plata y después el clásico en el Coloso, un choque que puede encontrarlos en un buen momento futbolístico si es que San Lorenzo y Huracán fueron un piso y no la excepción de dos equipos que todavía están en una etapa de formación, aunque a esta altura bien podrían estar consolidados.

Estudiantes, Gimnasia y el clásico, dos semanas que pueden definir el rumbo de ambos equipos en el resto del torneo.

“Todavía falta. Yo sé cómo se vive todo en Rosario pero esperemos hasta que llegue el momento”, contestó Russo en los vestuarios del Tomás A. Ducó.

“Estamos en el escalón del crecimiento y del creer. Por ahí subimos uno y bajamos otro. La victoria nos ayuda a seguir”, dijo Heinze en el Coloso a minutos de bajar a San Lorenzo.

Para uno será el décimo clásico desde el banco de suplentes, para el otro el primero desde ese lugar, pero sabiendo perfectamente de qué se trata.

De nuevo, por el bien del clásico, ojalá Huracán y San Lorenzo hayan sido el punto de partida y no la excepción.