Instalada en Turquía, Eugenia China Suárez le respondió a Ángel de Brito luego de que el conductor de LAM (América) dijera que la actriz habría complicado el acceso de Benjamín Vicuña a sus hijos. De allí, habría venido el enojo del actor y la revocación del permiso, siempre según la versión de De Brito.
“Al no poder contactarlos, Benjamín fue a buscarlos a la casa. Nadie le contestaba. El encargado le dijo que no sabía nada. Fue a la comisaría a denunciar el impedimento de contacto. Hay video de Benjamín en la puerta de la casa de la madre de los niños”, escribió Ángel en una historia que subió a Instagram.

Y continuó: “En la comisaría le dijeron que debe iniciar una acción penal en su contra. Lo hará mañana. Hoy es feriado”. “En estos tres días no pudo ver a sus hijos. Hoy (9 de Julio) le tocaba tenerlos y fue imposible”, expuso el conductor de LAM, desde su red social.
Desde Estambul, la China respondió también a través de la redes sociales. “Odio hacer esto, pero a los mentirosos, mala leche, se los desmiente con pruebas. ¿De qué impedimento de contacto hablan?”, publicó la actriz, junto a la captura de un chat que daría prueba de su predisposición para que Vicuña vea a Amancio y Magnolia.

Pero De Brito no se quedó ahí y bajó un poco más la vara al publicar nuevamente en redes. “Mala leche es comerse a los maridos de (Eugenia) Tobal, Pampita y Wanda (Nara), entre otras. El impedimento de contacto es el que quiere enunciar Vicuña. ¿Qué prueba es un chat con Lulú? Mentirosa serial, te encanta ser mediática y estás en otro continente leyéndome y contestando lo que dice tu ex”.
Citando una de las declaraciones de de Brito, Suárez insistió: “¿De qué impedimento hablás, Ángel? No me digas que no sabés que hoy, en este momento, están durmiendo en casa de su padre con mi niñera a cargo, a pesar del escándalo que hicieron mis hijos hoy, como cada vez que tienen que ir a casa de su papá”.
La respuesta de Ángel llegó al toque: “En la cultura japonesa, la honestidad y la cortesía son valores muy importantes. Evidentemente, tu sangre es solo mediática”.
“Me callé años. Años. Se terminó. No me van a pisar más”, finalizó Eugenia.