El sector de maquinaria agrícola en Argentina enfrenta un contexto desafiante, marcado por un mercado de patentamientos estancados y una necesidad creciente de modernización del parque. Esa es la principal conclusión de AFAT, cuyas empresas asociadas (multinacionales) generan cerca de 17.000 puestos de trabajo, entre directos indirectos y red de distribución.
A pesar de algunas medidas positivas adoptadas en el último año, desde la entidad reconocen que "persisten factores que afectan la competitividad y la previsibilidad del sector". En ese sentido enumeraron la inestabilidad económica, la elevada presión impositiva y el encarecimiento de la importación de insumos clave para la producción local.
"Venimos ya de varios años con un mercado retraído en ventas de maquinaria agrícola, y un preocupante retraso tecnológico. El 2024 fue un año de bajo volumen de patentamientos, y ya el 2023 había estado por debajo del 2022. Lo preocupante es que, si tomamos que un año de ventas razonable para encarar la renovación tecnológica en el mercado argentino de maquinaria implicaría sumar unos 7.000 a 8.000 tractores; 1.000 a 1.200 cosechadoras y 800 a 900 pulverizadoras, estamos aún más por debajo de las necesidades de inversión que tiene el campo", indican los empresarios en un comunicado.
Y agregaron: "esto implica sostener un parque de maquinaria excesivamente antiguo, con un 70-80% de tractores con más de 15 años, 70-80% de cosechadoras con más de 10 años. Renovar ese parque e incorporarle toda la tecnología disponible hoy en el mercado es una necesidad para un país cuyos ingresos de divisas dependen en un 60-70% del sector agroindustrial.
En 2024, las empresas agrupadas en AFAT representaron el 82% de los patentamientos de tractores; 97% de las cosechadoras, 100% de las picadoras de forraje, y 48% de pulverizadoras. Las marcas representadas son: Agrale, Massey Ferguson, Challenger, Valtra, CASE IH, New Holland, CLAAS, FPT, Jacto, John Deere y Stara.
Causas del atraso
"La más general, y que nos afectó a todos, fue la falta de estabilidad política-económica que restó previsibilidad y continúa dificultando la proyección de inversiones", advirtieron desde AFAT. A ese contexto se suma la compleja, elevada y distorsiva presión impositiva que penaliza la fabricación e importación y, al mismo tiempo, desalientan la concreción de inversiones en el país.
"La producción local, en principio, en puerta de fábrica y sin IVA, tiene en promedio una carga impositiva del 32%: un tercio son impuestos distorsivos. Al mismo tiempo, al importar materiales e insumos destinados a los procesos productivos locales, los fabricantes de maquinaria agrícola tributan un 21% de IVA, más una percepción de IVA equivalente al 20% (producto de la RG AFIP 5339/23) junto a la percepción de ganancias (6%). Podemos afirmar que en total un 47% del valor importado de materiales e insumos productivos corresponde a obligaciones tributarias".
Las empresas destacan que durante el año pasado se tomaron medidas positivas como la solución a los problemas de pagos a proveedores del exterior, la agilización de los procesos de importación, y la notable baja de la inflación.
Además, en materia impositiva se disminuyó y luego eliminó el Impuesto PAIS, y recientemente se redujeron las retenciones a los granos, y se eliminaron las de las economías regionales. "Consideramos que estas medidas adoptadas van en la dirección adecuada, sin embargo, advertimos algunos aspectos que continúan generando preocupación en nuestro sector", aclaran.
Lo que viene
En lo que respecta al mercado, si se cumplen las estimaciones de producción y hay financiamiento acorde, en AFAT consideran que este 2025 podría ser un mercado similar al de 2024, o con un 10% más de cosechadoras y pulverizadoras y de cantidades similares a las del 2023 en tractores.
"Estimamos que la baja de retenciones podría apuntalar una pequeña mejora sobre estas expectativas".
"Desde AFAT destacamos las medidas positivas adoptadas tanto para la población en general como para el sector agropecuario. No obstante, aún es necesario avanzar en diversas áreas para que productores, contratistas y toda la cadena productiva logren mayor competitividad y previsibilidad, además de contar con herramientas financieras adecuadas para acceder a maquinaria de primer nivel mundial", concluye la entidad.
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