Trump vuelve a poner aranceles al acero y aluminio y sacude a Tenaris y Aluar en Argentina

Estados Unidos establece un arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio, y pone en jaque exportaciones argentinas. Aluar vende el 40% de su producción a EE.UU. El gobierno de Milei busca negociar excepciones, pero la incertidumbre crece

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La reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de volver a imponer un arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio ha encendido las alarmas en la industria argentina. Empresas como Tenaris y Aluar, dos de las principales exportadoras del sector, se verán fuertemente afectadas por la medida, que reduce su competitividad y pone en riesgo sus ingresos.

El anuncio reactiva un conflicto comercial que ya tuvo antecedentes en 2018 y 2019, cuando Trump aplicó restricciones similares y luego impuso cupos de exportación como condición para que Argentina evitara la suba de aranceles. Sin embargo, en diciembre de 2019, las tarifas fueron restablecidas y ahora el gobierno estadounidense vuelve a endurecer su política comercial.

Golpe a la industria: el impacto en Aluar y Tenaris

Para Aluar, principal productor de aluminio en Argentina, la medida tiene un impacto inmediato. El 40% de su producción está destinada a Estados Unidos, lo que significa que casi la mitad de su negocio de exportación podría verse afectado por los aranceles. Esto no solo pone en riesgo su rentabilidad, sino también su capacidad de producción y el nivel de empleo en la empresa.

En el caso de Tenaris, el gigante del acero del grupo Techint, la situación también es preocupante. Aunque la compañía tiene plantas en Estados Unidos, la producción en Argentina que se exporta a Norteamérica podría perder competitividad frente a otros proveedores globales.

Desde la industria metalúrgica advierten que el impacto puede traducirse en menores ventas y una reconfiguración de los mercados. “Cuando en 2018 ocurrió lo mismo, logramos negociar cupos para mantener un nivel de exportaciones. Ahora, la incertidumbre es total”, señaló un empresario del sector.

El desafío del Gobierno: ¿cómo responderá Argentina?

La administración de Javier Milei enfrenta ahora el desafío de negociar con la Casa Blanca para lograr una excepción o al menos una flexibilización de las barreras comerciales. En 2018, el entonces presidente Mauricio Macri consiguió una negociación que permitió mantener parte de las exportaciones dentro de un cupo especial.

En este contexto, la Cancillería y el Ministerio de Economía ya analizan los pasos a seguir. Una de las estrategias sería argumentar que Argentina no representa una amenaza para la industria estadounidense, dado que el país representa una porción marginal de las importaciones totales de acero y aluminio en EE.UU.

Otra opción en evaluación es buscar mercados alternativos para reducir la dependencia de las exportaciones hacia Norteamérica. Sin embargo, esta solución no es inmediata ni sencilla, ya que implica reconfigurar la logística y renegociar contratos comerciales con otros destinos.

¿Un conflicto que va más allá del acero?

La imposición de estos aranceles no solo afecta a la industria metalúrgica, sino que también podría ser un indicio de una relación comercial más tensa entre Argentina y Estados Unidos bajo la administración de Trump.

Algunos analistas advierten que este movimiento podría ser parte de una estrategia más amplia de presión sobre los mercados latinoamericanos, en un contexto donde Trump busca fortalecer la producción industrial estadounidense y reducir su dependencia de importaciones extranjeras.

Mientras tanto, el sector privado y el Gobierno argentino esperan definiciones y buscan estrategias para minimizar el impacto de esta decisión en la economía local.

Por ahora, la gran incógnita es si Argentina logrará negociar una salida diplomática o si las empresas del sector deberán enfrentar una nueva era de costos más altos y menor competitividad en su principal mercado de exportación.

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