En un contexto desafiante, el agro debe afinar el lápiz: ¿cómo mejorar y dónde invertir?

Para el analista y consultor Teo Zorraquin, los productores deben enfocarse en optimizar procesos y ajustar decisiones de inversión. ¿De qué manera?

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En medio de un contexto global convulsionado por conflictos y tensiones geopolíticas, el agro argentino vuelve a demostrar su resiliencia. Con una economía local que ofrece señales de mayor previsibilidad, pero también contradicciones, el sector agropecuario apuesta fuerte a la eficiencia interna y a decisiones estratégicas con mirada de mediano plazo.

“La foto de hoy muestra empresas trabajando mucho en mejorar su eficiencia puertas adentro”, reconoce el analista y consultor Teo Zorraquin, en una entrevista con Ecos365 realizada en el marco de la JAT 2025, organizada por CREA en Pilar (Santa Fe). En ese sentido, se observa que a partir de un acceso al crédito más limitado y tasas positivas que obligan a pensar cada movimiento financiero, el productor elige cuidar recursos y ser quirúrgico con sus inversiones.

A la hora de describir la realidad de las principales actividades, el experto señala que la lechería muestra una renta positiva que tiende a estabilizarse, mientras que la carne se ubica en un rango intermedio, con precios razonables frente a un dólar planchado. Y, definitivamente, la agricultura presenta la ecuación es más compleja: retenciones elevadas, precios internacionales a la baja y un tipo de cambio que no termina de jugar a favor, configuran un panorama desafiante.

Por eso, la comercialización también exige una mirada puntual: “No hay recetas generales, cada decisión depende del perfil de la empresa”. Actualmente, muchas adoptan estrategias diversificadas que evitan posiciones extremas en pesos, dólares o insumos, buscando sostener estabilidad.

Invertir o esperar, esa es la cuestión

Respecto a las inversiones, el mensaje de Zorraquín es claro: "es momento para realizar, pero contemplando prioridades". Sobre este punto, considera que las mejoras deben centrarse en lo que genera impacto directo en la rentabilidad en los próximos 12 o 24 meses.

Sobre ese punto, ejemplificó con la actividad ganadera: "si tengo un encierre a corral de hacienda y tengo comederos tirados por allí, eso no puede pasar. No puede haber un grano que no vaya a la panza del animal". Y amplió: "Si vos tenes maquinaria propia y una calidad de siembra regular, es necesario poner la lupa ahí. Hay que cambiar la sembradora o contratar el servicio".

Lo que viene

Para Zorraquin, el horizonte económico continúa cargado de desafíos estructurales. Si bien se valora el cumplimiento de medidas por parte del gobierno, admite que aún persisten obstáculos como la presión fiscal, la existencia de cepos y un tipo de cambio atrasado para el sector empresarial. “El año será interesante”, concluye. 

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