Bioceres SA, empresa madre del grupo Bioceres fundado en Rosario por productores agropecuarios vinculados a Aapresid, entró en cesasión de pagos.
Según el periodista Mariano Galíndez, la empresa de biotecnología para el agro debía afrontar el vencimientos de pagarés bursátiles por 5,3 millones de dólares que no cumplió. Este mes, en tanto, debe pagar otros 3 millones de dólares, y ya está retrasada en los pagos.
En la plataforma del Mercado Argentino de Valores (MAV), que es la plaza bursátil en la que cotizan los pagarés emitidos por Bioceres, figura que los compromisos asumidos por la empresa ascienden a 37,6 millones de dólares.
El incumplimiento está trascendiendo lo bursátil, ya que hay productores que advierten que Bioceres está en mora con el pago de trigo. Ocurre que la empresa hace convenios de siembra con productores para originar semillas y después lo retira, para procesar y embolsar la semilla para vender, pero este año empezó a retrasarse en el pago del cereal recibido.
Bioceres SA fue hasta este año la controlante de Bioceres Crop, la empresa que armaron en el exterior convirtiéndose así en la primera empresa, fundada en Rosario, que llegaba a cotizar en Wall Street en el 2021, mas concretamente en la Bolsa de Valores Nasdaq, adonde comparte panel de cotizaciones con las líderes globales del mundo tecnológico.
Al pasarle el control a otra empresa asociada, que es Moolec (también dedicada a la biotecnología y fundada por Gastón Paladini, quien se retiró del negocio también este año), logró evitar que su cesación de pagos afecte a la empresa que cotiza en el exterior, que igual viene con acciones en derrape.
En concreto, sus acciones en el Nasdaq cayeron 19% en lo que va del 2025 y 55% en un año, al calor de resultados trimestrales malos.
Otra de sus empresas, Rizobacter (con trayectoria en el mercado de agroinsumos) también enfrenta una situación de tensión financiera, y esta semana la agencia Fix le bajó su calificación en el mercado como emisor de deuda. Analistas estiman que con el cambio de controlante, también se protegió las finanzas de Rizobacter.
Si bien Bioceres no hizo referencia al tema al anunciar su “reposicionamiento estratégico”, que incluyó el nombramiento de un nuevo director comercial (Milen Marinov), lo cierto es que todo ocurre en el marco de una industria semillera jaqueada por un gran mercado negro y falta de normas que garanticen a los obtentores un retorno en soja y trigo, cultivos que pueden multiplicarse más fácilmente logrando evitar así el productor agropecuario evitar pagar por la tecnología.
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