Central Córdoba metió un pleno el miércoles en la Copa Argentina. Le ganó a Sarmiento, un equipo de primera que venía de empatar con River, y se clasificó para los 16avos de final, instancia en la que enfrentará a Gimnasia y Esgrima La Plata. Fue un gran día para llamarse Central Córdoba. Casi a la misma hora que los charrúas daban el golpe en el Ciudad de Caseros (cancha de Estudiantes de Buenos Aires), Central Córdoba de Santiago del Estero le ganaba a Flamengo en el Maracaná por 2 a 1. Fue el primer partido de la historia del Ferroviario en el exterior por una competencia internacional: un mojón en su historia que empezó a escribirse con letras más grandes desde el año pasado, cuando ganó la Copa Argentina.

La hazaña del equipo de Tablada no fue una casualidad, no es que convirtió y se dedicó a aguantar, fue más que Sarmiento durante los 90 minutos y recién sufrió sofocones sobre el final, cuando las piernas empezaron a flaquear.
Para tener una idea de la respuesta física, la dupla Teglia/Acoglanis sólo realizó dos cambios y sobre el final del encuentro.
Córdoba vivió una de sus grandes jornadas. Ya le había ganado a Central en el inicio de una Copa Argentina, pero ésta, por las formas, no por la jerarquía del rival, parece una gesta mucho más trascendente.

El Charrúa marcha segundo en su zona de la humilde Primera C y bien podría tomarlo como un punto de partida para resurgir de los escombros futbolísticos en los que lo convirtieron las malas gestiones, las pésimas decisiones y una crisis que hasta puso en jaque la salud institucional.
Jugando así, manteniendo el plantel, el juego y la actitud de sus futbolistas, será protagonista y tendrá chances de salir de la categoría más baja de los equipos directamente afiliados a la AFA.
Pensar que a fines de los 50, Córdoba jugó dos torneos en primera división con algunos resultados sorprendentes.
El Charrúa bien podría tomarlo como un punto de partida para resurgir de los escombros futbolísticos en los que lo convirtieron las malas gestiones
La victoria ante Sarmiento no dispara semejante ilusión, pero bien puede pasar que el gol, golazo, de Marín, sirva como plataforma de lanzamiento para renacer, para reubicarse entre sus pares, un espacio que el equipo de Tablada perdió ya hace unos cuantos años.
“Los Central Córdoba” fueron la tapa (imagen en extinción) de todos los medios deportivos del jueves pasado por el gran golpe que dieron casi como si se hubieran puesto de acuerdo.
Miércoles 9 de abril de 2025, un lindo día para llamarse Central Córdoba.