Empresas del sector de biocombustibles siguen en alerta por el impacto de la crisis y señalan que las políticas nacionales priorizan a petroleras y no a los pequeños y medianos productores.

Las compañías del rubro, en su mayoría pymes, recordaron que emplean en forma directa a unas 60 mil familias, en Santa Fe y en otras nueve provincias. Los industriales señalaron que están trabajando a pérdida y hay empleos directos en riesgo.

“Son 54 plantas de biocombustibles, de las cuales 19 plantas son de bioetanol y 35 de biodiesel, distribuidas en diez provincias: Tucumán, Salta, Jujuy, San Luis, Cordoba, Santiago del Estero, Entre Ríos, Buenos Aires, La Pampa y Santa Fe”, indicó Fisfe a fines del mes pasado.

El referente de Cámara de Empresas Pyme Regionales Elaboradoras de Biocombustible (Cepreb) y titular de Rosario Bioenergy, Federico Pucciarello, detalló que “la situación en el sector hoy es realmente devastadora, están todas las plantas paradas hace 20 días, sin previsibilidad de arranque”.

De acuerdo a datos que publicó este domingo el diario El Ciudadano, en agosto por planta perdieron entre 70 y 80 millones de pesos.

“Desde que vino Gustavo Lopetegui al Ministerio de Energía de la Nación, dejó sin efecto la fórmula, puso un precio a ojo, siempre en favor de las petroleras”, explicó Pucciarello y criticó la decisión del gobierno nacional de congelar los combustibles.

“Nosotros lo que no queremos es echar gente, un paro general de petroleras o 60 mil personas en la calle”, indicó el titular de Rosario Bioenergy y agregó que hay “una transferencia de recursos hacia las petoleras”.

“Esto es ideológico y personal, el señor Lopetegui destrozó una industria generada con mucho esfuerzo durante más de quince años, acá hay un intencionalidad clara de fundir a las pyme de biocombustibles”, agregó.

Los productores pymes del sector de biocombustibles aseguran que se les permitió a las grandes exportadoras de biodiésel vender a un precio por encima del estipulado para las pequeñas.

“Hoy Vicentín o Cargill venden a YPF  a 39.000 pesos la tonelada mientras pretenden que nosotros la vendamos a 31.500”, detalló Pucciarello y aseguró que desde el gobierno nacional, se le dio un permiso a las petroleras para comprar el producto final a grandes cerealeras, incluso “muy por encima del precio al que pueden vender las pymes”.